[ daerin; ojos café ]

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—¿Por qué me miras así? —preguntó Danielle, al ver que la más joven la miraba con sus grandes ojos, sin despegarle la mirada.

Haerin y Danielle eran vecinas de toda la vida, hasta iban en la misma escuela, ya que sus madres se convirtieron en amigas luego de ver que sus chiquillas se habían vuelto inseparables.

Ese día, Haerin invitó a Marsh a su casa para una pijamada.

Era algo de todos los fines de semana. Haerin la invitaba, hacían su propio karaoke, veían películas, platicaban mucho, comían, y claramente dormían.

—Nunca me había dado cuenta que tenías los ojos café —comentó la observadora, haciendo que Danielle soltara una suave risa.

—¿Qué? ¿Acaso pensabas que tenía los ojos azules o qué? —preguntó con diversión.

—No —aclaró—, sólo pensaba que tenías los ojos negros.

—Los ojos negros no existen, Hae —Danielle volteó sus ojos mientras sonreía.

Haerin era una chica muy extraña, que sabía cosas de "nerds", según Danielle. Le encantaban las películas juveniles que tocaban temas sensibles, como la depresión, los trastornos alimenticios, los duelos, etc. Su favorita de toda la vida obviamente era The perks of being a wallflower. Incluso tenía el libro y un póster en su recamara. En sí; le encantaba el cine, y libros dramáticos de romance.

—Sí, existen. Son como pequeñas canicas en cuencas oculares —también que usa un vocabulario un poco "maduro", con palabras muy extensas que usaría un escritor.

—¿Qué?

—Ya sabes. Cuando te le quedas mirando a los ojos de alguien y puedes ver tu reflejo en ellos.

—...¿Así que pensaste que tenía ojos negros todo este tiempo? —alzó una de sus cejas, Danielle.

—Sí, ósea; aún pienso que los tienes.

—¿Cómo puedo tener ojos negros y marrones al mismo tiempo?

—Cuando estás feliz; tienes ojos cafés. Cuando no; tienes los ojos negros —aclaró, sentándose en la cama.

—¿Acabas de inventarte eso? —preguntó, copiando el anterior movimiento de Kang, mirándola a los ojos.

—No. Está científicamente comprobado.

—¿Comprobado por quien?

—Yo. Ahora mismo. Estás feliz cuando estás conmigo —y guiñó, para después sonreír con cringe debido a su intento de "atrevimiento".

—Que asunción más aburrida —rió luego de ver la cara roja de Haerin.

—No es una asunción, ¡tus ojos están marrones ahora mismo!

—De acuerdo, pues los ojos negros no existen. Simplemente son un café muy oscuro —aclaró, usando sus manos para expresarse (como siempre).

—Sí claro. ¿Así como el gris es un negro muy bajo?

—Wow, bueno, en ese caso; probablemente estás viendo mis ojos marrones porque hay luz pegándome en la cara —dijo, señalando el pequeño foco que tenían al lado, en el buró de Haerin.

—Solo admite que estás feliz cuando estás conmigo, Unnie —insistió Kang.

—Está bien; soy feliz cuando estoy contigo —volteó sus ojos—. ¿Feliz, niña?

—Muy feliz —la menor rió y se abalanzó hacia Marsh, con una risita tierna.

—Eres una cursi.

one shots nwjns !! Where stories live. Discover now