one shots nwjns !!

[ bbangsaz; ramo ]

En el cumpleaños de Hanni, Minji decide traerle un rato de flores. Ellas llevaban varios meses gustándose, pero ninguna quería decirlo.

Tocó la puerta tres veces, dejando ver a una Hanni un tanto arreglada, como si fuera a salir.

—¡Min! ¿Qué haces aquí? —preguntó sorprendida, la repentina aparición de la mayor la tomó desprevenida.

—Nada, bueno, sí. Te traje esto. —enseñó el ramo que escondía detrás de su espalda, con un gran sonrojo en su rostro sin poder mirar a Pham a los ojos.

—¿Qué es esto? ¿Un ramo?

—Sí... mencionaste que nadie nunca te había regalado flores. Ahora sí. —contestó tímidamente, Minji.

—Ni siquiera le quitaste el precio, Min. —señaló, riendo en alto mientras admiraba las lindas flores.

—Quería que vieras la gran cantidad de dinero que gasté en eso. También; no me agradeciste, Pham Hanni. —recalcó Minji, cruzándose de brazos.

—Dice que costó cinco dólares. —rió tiernamente y miró a Minji y su "enojo".

—Eso es demasiado. Tardé siglos en escoger el mejor ramo.

—¿Preguntaste por el más barato, acaso? —preguntó, arqueando una ceja.

—Tal vez. —se le escapó un sonrisa malvada y se acercó un poco a la más baja.

Hanni olió las flores tranquilamente, cerrando sus ojos ante el tan fresco olor.

—...Gracias. —agradeció, abriendo sus ojos para mirar las flores de nuevo.

—¿Oh? ¿Acaso es un "gracias" genuino?

—Sí. —torció sus ojos con diversión.

—Entonces, debería decirte.

—¿Qué cosa? —preguntó curiosa, mirando a Minji con en ceño fruncido.

—Me comí una de las hojas.

Hanni esperaba que Minji dijera que era una broma, riendo, pero estaba seria. Demasiado seria.

—¿Es broma?

—No, esto es serio, Pham.

—Por. Qué. —palmeó su frente con decepción.

—¡No sabía si era real o no!

—Así que te la comiste...

—Pues, solo... la mordisqueé un poco. No es para tanto.

—¿A qué sabía? —soltó una risa tierna, ante la torpeza de Minji.

—A una hoja.

—¿Una real? ¿O una falsa?

—...Una real. —al fin río con su escandalosa risa, contagiando a Hanni. Ambas rieron fuertemente, para que luego Hanni preguntara:

—¿Cómo sabes diferenciar entre una real y una falsa, Kim?

—No estoy obligada a responder esa pregunta. —Minji rió y Hanni, al unísono, también.

—Eres... tan interesante.

—Ya puedo ver que ya te estás enamorando de mí, Pham.

—¿Y qué tal si o estoy? —se acercó más al rostro de Minji, haciendo que ésta tragara fuertemente.

—Entonces... te compraré un ramo de diez dólares. —Hanni rió de nuevo, generando una sonrisa en el rostro de Kim.

—¿Con una hoja mordisqueada?

—Varias, si quieres. —ambas rieron suavemente, y Minji agarró el cuello de Hanni, para acercarse a darle un tierno beso. Un tanto largo. Hanni pasó sus brazos a los anchos hombros de Minji, intensificando el beso.

—Me gustas, Hanni Pham.

—A mí también, Kim Minji. Demasiado. —confesó en medio del beso.