one shots nwjns !!

[ catnipz; playlist ]

Ambas chicas se encontraba en el auto de Minji. Estaban tranquilas en su lindo ambiente dentro del carro mientras iban al parque, estarían teniendo un picnic si no fuera por la tardanza de la mayor en alistarse. La playlist que resonaba era de la contraria, y ambas disfrutaban del gusto de Kang. Hace un rato ya, Haerin había creado una playlist para las dos.

"—¡Minji-ah! ¡Ya hice nuestra playlist!  Ya te la mando. —dijo la de ojos afilados, entusiasmada.

— Haerin-ie, no era necesario. —dijo Minki, revisando su celular, buscando entre sus chats para encontrar el link.

— Espero te guste, tardé bastante haciéndola. Es algo larga. —dijo la menor, sonriéndole a Minji."

— ¿Ya escuchaste esta canción antes? —preguntó la menor.

— Oh, ¿es de la playlist que me hiciste?

— Sip. —dijo Haerin.

— Sí, me sonó conocida.

— ¿Cuál es tu canción favorita de la playlist? —preguntó Haerin, acomodando su cabello detrás de su oreja.

— Obviamente "What Are We Gonna Do Know" de 'Indigo de Souza'.

— ¿Por qué? —la pelicafé reía suavemente.

— La primera mitad de la canción es tan relajante, pero sientes que dura para siempre. Es como si tratara de contener unos sentimientos. —dijo Minji, moviendo su cabeza al ritmo de la canción, sosteniendo el volante.

— Y luego sigue la segunda mitad.

— Y se siente como todos esos sentimientos explotan al mismo tiempo. Es tan hermoso. Es como una confesión que te guardas por mucho tiempo.

— Nunca lo había pensado de esa manera. —dijo Haerin, volteando a ver a la mayor con un gesto sorprendido. Ahora lo que sentía al escuchar esa canción cobraba más sentido.

— Cada vez que abro Spotify, me aparece que estás siempre escuchando la playlist que te hice.

— Pues claro que lo hago, —dijo Minji, volteando a ver a Haerin sonriente fugazmente— la hiciste para mí.

— ¿Sabes lo injusto que es? 

— ¿Qué cosa? —preguntó Minji.

— ¿Cómo puedes decir las cosas sin dudar?

— ¿Por qué lo haría?

— Es como si sostuvieras mi corazón en tus manos, haciendo que mi corazón lata aún más rápido y que caiga por ti a tu propia voluntad.

— Espera, ¿yo qué hice? —preguntó Minji, preocupada.

— Nada. Y esa es la peor parte. —dijo Haerin riendo entre dientes. La mayor había preguntado eso en un tono tan inocente que no pudo evitar reír.

— ¿Te gusto?

— ¿Acaso la playlist no fue lo suficientemente obvio? —preguntó Haerin, mirando hacia la ventana.

— Perdón. Es que soy una imbécil.

— La mitad de las canciones son de amor, Minji Unnie.

— Pensé que sólo te gustaba mucho Laufey.

— Sí me gusta...

— Tu gusto musical es muy bueno. Aprecio el tiempo y esfuerzo que le pusiste a la playlist. —dijo Minji, volteando a ver a Haerin.

— No sabía si te iba a gustar...

— Me encanta. —dijo Minji, sonriendo, viendo hacia el frente.

— No puedes decir estas cosas. Sabes que me gustas.

— Sí, pero es tan divertido molestarte. —la mayor rió— Sabes, estamos escuchando mi canción favorita, y ahora me recuerda a como te me confesaste.

— Supongo que ahora también es la mía. —dijo Haerin, encogiendo los hombros y volviendo a ver hacia la ventana.

— Me alegra que pensemos igual. —dijo la mayor.

— ¿Y que haremos ahora? —preguntó la pelicafé.

— Quedarnos mirando por tres minutos y medio. No te enamores más de mí. —fue lo ultimo que dijo Minji, para así guiñarle el ojo a Haerin.