Episodio 44

4.7K 543 154
                                    

Neteyam había despertado hace algunos segundos, él seguía acostado aún con la respiración entrecortada. El olor familiar de la naturaleza llegó a su nariz con mucha intensidad. Abrió los ojos lentamente al sentir el sol brillante del océano Metkayina en su rostro. Se incorporó lentamente para no marearse, mirando a su alrededor se dio cuenta... de que estaba de vuelta en su precioso hogar, el bosque. Sus oídos se agudizaron al escuchar los sonidos reconocibles de los prolemuris y los árboles balanceándose un poco. Estaba de vuelta en casa. Se sintió sorprendido y feliz.

Neteyam movió su cuerpo de las hojas mientras percibía el encantador aroma de la tierra. Se puso de pie rápido tratando de no tocar las plantas. Pero cuando lo hizo, los insectos voladores saltaron girando alrededor maravillosamente. Él se rió. Pero pensó...en su... familia.

—¿Papá? ¿Mamá? ¡Lo'ak!—¡Grito!

Pero nadie le respondió. Neteyam frunció el ceño. ¿Él estaba solo?. El sentimiento de felicidad pronto se convirtió en una preocupación. Aunque Neteyam seguía mirando a su alrededor, todo parecía normal. El realmente estaba solo... ¿Dónde estaba su familia? ¿De verdad se fueron a casa? No recuerda haberse despedido de Aonung. No había forma de que se fueran sin que él se despidiera.

Neteyam giró su cabeza para mirar hacia adelante, pero cuando lo hizo, había un gran silencio alrededor de él. Era todo muy Extraño. El bosque nunca estaba en silencio. El camino hacia adelante para ver si veía algo o a alguien. Pero no había nadie, dejó el miedo atrás y comenzó a correr hacia abajo. Él ahora estaba siendo valiente.

El bosque seguía luciendo normal. Pero Neteyam olía algo.

El olor era a ceniza. Giró su cabeza hacia atrás y abrió los ojos con horror cuando vio que los árboles se incendiaban. Empezó a escuchar gritos de dolor proveniente de los animales del bosque. Miro hacía atrás y vio que el fuego los estaba alcanzando, corrió aún más rápido, dejando atrás al fuego.

Confundido, dejó de correr para mirar hacia arriba. Jadeó levemente al ver lo que estaba frente a él colgando.

Era el cadáver de Awata sostenido por las enredaderas del bosque. Neteyam pudo ver los cortes en la boca y el pecho de Awata. También notó el enorme gancho que colgaba del pecho del tulkun. Era una vista mucho más espantosa, que cuando encontraron a Awata en el agua. Neteyam quería vomitar.

—¡Neteyam!—

Neteyam giró la cabeza. Sabía que esa voz pertenecía a Aonung, volvió a girar su cabeza y vio a Aonung corriendo hacia él. Neteyam se sintió aliviado al verlo correr hacia él.

—¡Aonung!—

De repente, la tierra se convirtió en agua. Neteyam sintió la fuerza del agua alejándolo de Aonung. Luchó, pero la fuerza del agua era demasiado grande para él. Miró hacia atrás lo mejor que pudo y vio a Aonung. Él estaba justo enfrente de él.

—¡Neteyam!— Aonung extendió su mano.

Neteyam agarró la mano de Aonung con las dos suyas. El agua se hacía más fuerte. Neteyam trató desesperadamente de mantener su agarre.

—¡No me sueltes Aonung!—

—¡Eso estoy intentando!—

Neteyam sintió que su agarre se aflojaba más y de pronto ambas manos se vieron obligadas a soltarse. Aonung estaba siendo alejado de Neteyam por la fuerza del agua. El grito de miedo hizo que Neteyam viera el rostro de Aonung. El empeza a sentir miedo también al ver a Aonung desaparecer cuando el agua y una gran ola se lo llevó, —¡AAH!— dijo

—¡NO!— Neteyam gritó.

~~

Neteyam jadeó. Sus ojos se abrieron como platos. Se encontraba acostado de boca arriba, mirando el techo del marui. Sus dedos sintieron la tela suave de la manta que lo envolvía. Incluso se pellizcó para sentir el ligero dolor punzante. Estaba por fin despierto. ¿Por qué soñó así?

Incondicionalmente ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora