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𝑁𝑎𝑟𝑟𝑎𝑑𝑜𝑟 𝑂𝑚𝑖𝑠𝑐𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒
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El alivio se adueña del grupo cuando observan el característico cartel con el nombre de la laguna. Han caminado en el bosque durante pocos pero agotadores días. Si caminan un poco más se encontrarían con su destino deseado, aunque unos papeles singulares acaparan la vista del trío.
El alfa se acerca con cara de pocos amigos hacia el mensaje, leyendo su contenido.
"Se busca: Brujo omega. Vivo o muerto. Traficante, vendedor informal, practicante de magia oscura, revolucionario y peligroso. Se ofrece una recompensa de-..."
No quiso seguir ojeando la barbaridad de panfleto, arrugándolo y desechándolo en el proceso.
— Bastardos.
Su murmuro fue ignorado por el pecoso debido a que se encuentra mirando otro letrero un poco más preocupante.
— Kacchan...
El llamado desvía la atención del alfa, Midoriya –con su mirada– señala su inquietud entre los árboles.
Unos cuantos papeles se diferenciaban del leído a solo metros de ellos.
Buscan a Katsuki a cambio de una recompensa por quien lo devuelva a su palacio. Aquello no es lo que mantiene un poco tensa la situación, sino lo que está escrito por sobre el cartel de 'se busca'.
Demonio, inútil, mátenlo y sarnoso son algunas de las palabras expuestas en la fina capa de papel.
— ... Sigamos.
Es lo único que responde el joven ante la escena, pasando por alto todos esos carteles con amenazas e insultos hacia su persona. En cambio nuestro brujo si le importó lo leído por lo que sigue de cerca al príncipe con Seccal en sus hombros.
— No estaba al tanto de lo que pensaban los demás de usted... — comenta el pecoso.
— Son extras, nada más. No es una novedad que quieran derrocarme por ser... Yo.
Por mucho que Bakugō se refugie en su temperamento irrompible, en sus ojos se puede divisar la tristeza que siente cada vez que oye comentarios de su persona. Lo juzgan sin siquiera conocerlo del todo.
La tarde cae y el trío llega al pequeño puerto, escondidos entre la maleza y vegetación. Unos ojos escarlatas buscan entre los presentes a una persona en específico, la cual encuentra dentro de un bote mientras descansa.
— Espera aquí, no tardo.
El alfa se aleja de Izuku con su capucha puesta. A unos metros Katsuki sale de su escondite evitando las miradas y personas.
