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CHAPTER ELEVEN. ' TRAITOR '
Rose tuvo que ir a casa de Ada, no estaba tranquila sabiendo que sus hermanos con su esposo corren peligro. Mientras jugaba con Karl sentada en la sala su mente no era capaz de distraerse ni con las risas del bebé en sus brazos, su corazón latía muy fuerte sintiendo una presión en su pecho que pocas veces la atacó. Tenía un presentimiento, quizás era demasiado decir que las cosas no iban a salir bien, cuando se lo compartía a sus hermanos no le prestaban atención, no llegaban al punto de llamarla loca, aunque sus risas burlonas eran algo similar.
── Ustedes parecen llevarse bien── dijo Polly refiriéndose a Rosalie con Karl.
── Todo un proceso. La primera vez que nos conocimos no dejó de llorar ni un segundo que lo tuve conmigo── contestó la castaña soltando una risa── ¿Segura este es el mismo niño?
── Algún día vas a tener los tuyos.
El comentario de la tía Polly fue un cuchillo a su abdomen enterrado hasta el fondo. Que suerte que el pequeño Karl estaba sobre sus piernas porque fácilmente lo pudo haber dejado caer, a la vez que su reacción estaba siendo analizada con cuidado por la mujer.
── No lo sé── dijo Rosalie suspirando── No es una conversación que haya pasado aún.
Polly rió.
── No es una conversación de pareja ni conozco a ninguna mujer que lo buscó, solo un día te levantas y tus pechos son más grandes── seguido tomó asiento en un sillón frente a la esposa de John que podía apostar que se estaba poniendo pálida── Los hijos solo llegan. Y te voy a contar una cosa, solo por esta vez antes de que te desmayes, John puede ser demasiadas cosas. . . pero nunca ha fallado como padre.
Rose no sabía qué responder, no era un tema que se esperaba ni llegó a compartir su miedo por la maternidad con su madre en vida. Tampoco podía negar lo último, pues su esposo sí era un padre responsable con los cuatro niños, jugaba con ellos, les compraba lo necesario, ayudaba a Rosalie a cocinarles cuando estaba en casa y era el encargado de actuar de mediador cuando los hermanos se peleaban entre ellos. Rose solo aprendía sin entender cómo logró hacerlo solo después de la muerte de su primera esposa.
A veces se sentía una extraña que invadió su vida y se acostaba en su cama.
Se sintió una niña indefensa salvada por la campana al momento que golpes en la puerta se comenzaron a escuchar. Eran frenéticos, nada de un ritmo tranquilo usual, Polly se levantó a abrir dejando a la castaña con Karl. Al entrar Tommy Shelby invadiendo el hogar de su hermana supo que nada bueno venía.
── Rose, dile a Ada que se lleve al bebé a Bull Ring── ordenó y Rosalie se puso de pie con el ceño fruncido reflejando su confusión── Lleva a todos donde haya mucha gente, ahora.
