Crimson

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Valentino solía encargarse del personal de entretenimiento en ese tipo de eventos. Mientras que Vox estaba a cargo de la música y números que iban a entretener a todos. La organización y decoración corría por Velvette, quien siempre sabía qué estaba a la moda y lideraba tendencias desde antes de que esos términos surgieran en el mundo de los vivos. Los Vees había monopolizado esas cosas por décadas. El rol de Valentino era disponer de sus pecadores más carismáticos para que hicieran de compañía, bailarines y meseros en el evento. Ese tipo de trabajo se consolidaba en ser una hermosa herramienta decorativa era lo único que realmente importaba.

Sin Valentino, Lucifer había designado a Angel para que continuase con los preparativos correspondientes. El rey le había sonreído con desafío y entretenimiento, anticipando la odisea que sería para él el tener que lidiar con Vox y Velvette.

Lo que Lucifer no había planificado era que Angel tenía años de experiencia trabajando en desventaja con esos dos Overlords y sabía cómo cumplir con su trabajo sin ser detectado.

Angel se las había arreglado para orquestar su parte del trabajo sin tener que estar en la misma habitación que los miembros que quedaban de los Vees. Por suerte, cuando debía tratar con uno de ellos, había sido exclusivamente con Vox y a través de correos electrónicos que Molly había monitoreado.

Ese evento era un trabajo para él, por eso no había puesto sus ilusiones en la idea de asistir con Husk o tener una cita con él. Su novio se merecía lidiar con la menor cantidad de caos posible y ya era demasiado que tuviese que vigilar a Alastor toda la velada. Por otro lado, Angel estaba acostumbrado a trabajar con Cherri y ella conocía a todos sus bailarines, así que era fácil delegarle a su chica favorita algunas tareas.

A este paso iba a necesidad un asistente, como el de Vox o una mano derecha, como Husk para Alastor ¿Quién lo diría? Ser Overlord era más trabajoso que ser parte de la mafia.

Cherri y él arribaron al evento horas antes de que este iniciara y el apoyo moral que ella representaba no pasó desapercibido para Angel cuando en medio de las preparaciones tuvo que estar en proximidad con Velvette y Vox. Aunque si Angel era sincero, los últimos meses no habían sido tan malos, por lo menos cuando se trataba de Vox. El Demonio de la TV siempre había priorizado los negocios a cualquier otra cosa, así que este había seguido lucrando de la industria pornográfica que ahora Angel manejaba. Él no quería ilusionarse, pero Angel recordaba las veces que había tenido que reparar a Vox después de pelear con Valentino y tal vez, solo tal vez, el otro Overlord no odiaba a Angel por haber matado a Val.

Velvette, por otro lado, era una bomba de tiempo. Angel podía reconocer un enemigo cuando lo miraba y la diabólica Overlord lo había escogido como el recipiente para su más profundo y lento odio. Él siempre supo que en el momento en que matase a Valentino sería Velvette, y no Vox, quien buscaría destruirlo a pesar de todo.

Lo cual era justo.

Pero tampoco lo entusiasmaba.

Por lo menos Cherri había estado ahí, osada y peligrosa, para desafiar a Velvette como si fuese una simple chica digiriendo el duelo de su mejor amigo de forma poco constructiva. Su chica no le tenía miedo a nada ni nadie. Ayudaba mucho que Cherri luciera como una diosa y hasta Vox había comentado de manera positiva sobre su atuendo y el de Angel, viendo inmediatamente potencial y ganancias ahí.

Para incrementar la tensión, cuando el evento se dio y la realeza arribó, Lilith no paró de hacer comentarios a Angel sobre su traje y el precioso vestido de Cherri. Sabiendo que era un territorio peligroso, pero considerando que él jamás pensaba antes de actuar, Angel no se censuró a la hora de dar todos sus halagos hacia Rosie y señaló que, si estaba impresionada con él, Lilith se quedaría sin aliento con los otros atuendos que Rosie había diseñado para el resto del grupo.

Probabilidades implícitasTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon