Film

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Angel fulminó con la mirada la pantalla de su computador. Vox le había enviado las estadísticas de popularidad de los últimos videos porno subidos al internet y todo parecía estar escrito en otro idioma. Él se apoyó en el respaldo de su silla y masajeó su entrecejo. Angel iba a contratar un administrador o lo que fuese necesario. Alguien que manejara los números. Él no había bajado al Infierno para volver a hacer lo mismo que su padre había esperado de él en vida. Sus hermanos y él sabían manejar la contabilidad y manejar un negocio complicado, pero entre los clubs, los trabajadores en las calles y el estudio, sin contar las almas, todo era agotador.

— Ánimo, mio angelo. —Molly apoyó el dedo sobre su nariz— ¿Estás así de enojón porque no has visto a tu novio en días?

— Dos semanas. —Angel se lamentó y levantó sus brazos al cielo— Alastor lo tiene trabajando en algo por dos semanas... Y no es justo.

Él sabía que estaba siendo intransigente y casi infantil. Ese tipo de cosas pasaban y no había nada de malo en no poder contactarse con Husk por periodos de tiempo. Angel probablemente tendría más ocasiones donde no podría poner su relación como algo prioritario.

Pero igual...

Era como si la actitud gruñona de Husk se hubiese quedado sobre sus hombros, extendiéndose por su mente y haciendo algo tan básico como ver un informe de resultados una tortura.

Rosie, tan sabia como siempre, le había ofrecido a Angel un lugar en su hogar por si se sentía solo. Ella había agregado que le haría bien a Crymini verlo de vez en cuando. Pero eso era otro factor que zumbaba en su cabeza. Desde la última vez que había hablado con Crymini, ella había lucido meditabunda y cada vez más marchita.

«Cada vez que Husk se va de esa manera, nuestra Nini sufre mucho

Bueno, el sufrimiento era contagioso.

— ¿Quieres que baje a la cocina y te prepare un espresso? —Molly preguntó genuinamente preocupada— O puedo llamar a Cherri y ustedes dos pueden salir y distraerse. Tú sabes que no necesitas estar aquí.

— Pero quiero estar aquí.

Angel miró el teclado de su computadora. Él le había dicho a Husk que estaría trabajando en su oficina principal durante ese mes porque necesitaba revisar los avances de sus negocios. Sí, se lo había dicho para que pudiese encontrarlo rápidamente por si se desocupaba.

No es como si Husk estuviese en un lugar lejano. Él seguía en la ciudad, obviamente, él no podía ir a otro lugar. Pero ese trabajo necesitaba concentración y Angel sabía lo que eso significaba: No llamadas, no distracciones. Solo trabajo. Y Angel era un adulto, no un niño pequeño necesitado de constante atención. Él era un Overlord, un demonio poderoso y muy ocupado que podía sobrevivir sin el ronroneo de su pareja por unos días.

Puras mentiras.

Angel Dust siempre había sido un demonio extremadamente necesitado de atención y genuino contacto físico.

Pero eso no significaba que iba a irrumpir en el trabajo de Husk.

La puerta de su oficina se abrió y Angel se sorprendió al encontrar a su hermano mayor parado ahí. Molly lució igual de sorprendida que él. Después de todo, la relación con Arackniss siempre había sido complicada. Ellos eran hermanos y Angel haría lo que fuese por Niss. Él sabía que era algo mutuo, pero ellos eran tan diferentes que hacía todo incómodo. Sin contar que en vida ellos habían sido puestos en contra por su propio padre, volviendo a Niss el hijo favorito y a Angel el vergonzoso hijo que debía pretender todo el tiempo.

— Molly, necesito un momento a solas con nuestro hermano. —Arackniss avanzó como si estuviese en una misión.

— Buenas noches para ti también. —Angel rodó sus ojos— ¿Yo? Estoy perfectamente bien, gracias por preguntar ¿Cómo estás tú? ¿Papá te envió con un mensaje?

Probabilidades implícitasHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin