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06 de Agosto|2011
15:37

Cristian esperaba afuera de aquella escuela a qué su novia salga, tenían pensado ir a alguna plaza de por ahí y tomar algunos mates, aunque solo era una excusa para que los dos estén juntos.

Cristian por su parte no había asistido a la escuela hoy, simplemente no quería y se hizo el pelotudo para que lo dejen faltar, una que lo salvaba siempre.

Milagros no era la persona más puntual de mundo en ninguno de los sentidos así que aunque ya hayan pasado aproximadamente diez minutos de la que tendría que haber sido su salida no se preocupo ni tampoco se alarmo.

O por lo menos no lo había hecho hasta que vio a su novia salir riendo mientras hablaba con Martín, no sabía que ambos iban a la misma escuela y menos que se llevaban tan bien.

— Hola gordo ¿Por qué esa cara? — Milagros sabía perfectamente el porque de su cara así que más que una pregunta era una pequeña burla.

— Hola Milagros.

— Bueno che, ¿Que te hize?.

— Nada, Milagros — Cristian intentaba recalcar el nombre de la chica.

— Bueno eh ¿Vamos yendo?.

El morocho solo asintió para empezar a caminar hacia la plaza, no era tan lejos. Poco a poco se empezó a soltar, aunque lo intentará no podía estar tanto tiempo peleado con su morocha.

Milagros solía ser la que cebaba los mates, no solamente con su novio si no con casi todos los que la rodeaban, no sabía si era porque hacía unos buenos mates o porque los otros eran unos pajeros que no querían ni cebar.

Siempre fue team mate con azúcar, tampoco era de esos que se excedían pero si tenía que ponerle un toque de azúcar, el que sean muy amargos no le gustaba, ni a ella ni a Cristian.

— Yo digo que los mate' con azúcar son lo' mejore'.

— A mí me gustan con azúcar, pero tampoco creo que sean los mejore' por qué el mate tradicional va sin azúcar pero a mí no me gusta así, viste.

— ¿Entonce' deci' que lo' mates amargo' son mejore'?.

— Es que el si es mejor o no siempre va a ser depende de cuál te guste a vo', ¿Entende'?.

Cristian solo asintió mientras la miraba detenidamente, pensaba en la suerte que tenía para que una chica tan hermosa le haya dado bola.

Desde el instante en el que el la vio sintió aquel famoso flechazo de cupido, era la primera vez que lo sentía y que estaba así de enamorado pero aún así sentía que ella era la mujer que quería para su vida.

— Cuti, te estoy hablando.

— ¿Eh? Perdón gorda, no te escuché ¿Que andaba' diciendo?.

— Nada Cuti, ya fue.

— No linda, decime.

— No nada, te estaba contando que Martin me había dicho para juntarnos el 27 boludo, cualquiera.

— Me tiene harto ese pendejo boluda.

— Viste boludo, alto culiao' no se que se piensa, mira si te voy a deja' a vo' por el, alto boludito e'.

— Igual siento que lo hace para romperte la' bola' a vo', no creo que sea por otra cosa.

— Si, lo hace por eso y por qué tiene la' re gana'.

— Sos un boludo.

— Así de boludo te encantó, mi amor — Cristian alargó la última letra mientras acostaba su cabeza encima de las piernas de su novia.

— El mate culiao'.

— Bueno che, a tu futuro marido lo trata' bien.

— Cristian, recién cumplimo' do' mese'.

— No importa, yo sé y juro por mi vida que vos vas a ser mi mujer.

— Uhm, ¿Por qué tan convencido, Romero?.

— Por lo presiento, Benítez, o debería decir Benítez de Romero.

— No me vengas a querer cambiar el apellido eh.

Ambos se rieron. Por la parte de Cristian no decía nada en forma humorística, el enserio sentía que Milagros podría llegar a ser la mujer de su vida y aunque solo era un pendejo enamorado por primera vez sabía que si en algún momento se llegaba a casar quería que sea con ella.

Era pleno Agosto y aunque el frío no era tan potente como en Julio si se hacía notar, y aquel uniforme cero abrigado que Milagros llevaba no ayudaba mucho y menos el hecho de que esa misma mañana se tuvo que poner esa pollera de colegiala por qué su amado pantalón de gimnasia estaba para lavar.

Cristian se había percatado, el tenía un buzo de Belgrano y una campera negra encima, se sacó el buzo ya que de las dos prendas era lo que abrigaba más ya que la campera era media finita y iba a ser darle lo mismo que poco y nada.

— No Cristian, no yo no me voy a poner eso.

— Dale gorda que te vas a enfermar si no.

— Prefiero enfermarme y morirme antes que ponerme eso Cristian.

Cristian solo asintió y atino a ofrecerle la campera que ella acepto gustosa, porque si, se estaba muriendo de frío pero el ponerse la campera o camiseta de otro club era traición a river, y ella podía traicionar hasta a su familia pero a river nunca.











































Cristian solo asintió y atino a ofrecerle la campera que ella acepto gustosa, porque si, se estaba muriendo de frío pero el ponerse la campera o camiseta de otro club era traición a river, y ella podía traicionar hasta a su familia pero a river nunca

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q onda mis hermanas pinto actualización, un toque corto pero es mejor que nada

aparecí y con nueva portada que probablemente cambie cuando suba nuevo cap pero igual díganme q onda

cómo pasaron el 14 d febrero? yo haciendo maniobras para ver el partido del psg y el tottenham a la vez y dsp puteando hasta no dar más cuando perdieron

vieron el partido del unianted contra el Barcelona hoy?en el segundo tiempo paso todo lo q no pasó en el primero xdioss

seguro q en el próximo cap viene lo piola, lo picante lo q nos encanta a todas así q prepárenseee

creo q x ahora no hay nada más hermanas, sepan q las r aprecio, gracias x todo el apoyo siempre, besos mis hermosas!

𝗮𝗱𝗶𝗰𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀. cuti romeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora