Capitulo 14

13 2 1
                                    

No tenía intenciones ni las fuerzas suficientes para ir a clases en este estado, nunca he sido de las personas que disimulan hacia los demás cuando la están pasando mal, y más cuando eres el centro de atención últimamente, no tenía muy claras mis ideas y pensamientos pero de lo que estaba segura es que no iría a casa, para muchos su hogar es su lugar seguro por diversas circunstancias, ya sea por sus padres que los escuchan o los aconsejan, o porque al estar ahí sienten que pertenecen a esa familia, pero en mi caso hace mucho que dejo de serlo.

Cuando murió mi madre iba a visitarla junto con Peter cada mañana, le dejaba pequeñas notas o cartas relatándole mi día a día, aunque sabía que no serían leídas por ella no quería dejar atrás la comunicación que un día tuvimos, pero un día decidí no volver a visitarla, pues desde los abusos de Peter sentía que era una decepción para ella, sentía todo mi cuerpo sucio y manchado, pensaba que con solo recordarla o mencionarla deshonraba su memoria, por años me han pasado todos estos pensamientos, pero hoy he decidido hacerlos a un lado.

Siempre he disfrutado caminar, principalmente cuando no tengo un rumbo al cual seguir, el cementerio está un poco retirado del instituto y agradezco que sea así, para poder tranquilizarme y pensar con claridad durante el camino.

Después de haber camino durante 15 min me encuentro parada frente a la entrada del cementerio, no me cuesta trabajo encontrar la lápida de mi madre, al estar frente a ella me doy cuenta que aún sigue pegada la última nota que le deje en mi última visita hace ya tantos años, me inclina hacia ella y la rozo con mis dedos con cuidado de no romperla.

Ver ese pequeño pedazo de papel ahí, hace que las lágrimas que hace un momento habían parado regresen, me tumbo frente a lápida de mi madre y le pido perdón por haberla abandonado durante tantos años, entre murmullos le hablo sobre porque deje de verla y por qué después de tanto tiempo estoy frente a ella, se siente liberador poder soltar la verdad y aunque sé que no me escucha dentro de mi siento que lo hace.

Cuando ya me he tranquilizado decido quedarme ahí en lo que acaban las clases para pensar en un plan para alegar a Peter de Spencer, le he dado tantas vueltas al asunto que a la única conclusión que he llegado es decirle la verdad, pero me da miedo hacerlo y que no crea en ninguna de mis palabras, no me sorprendería que fuera así pues han pasado tantos años de lo sucedido que me cuestionaría el porque hablo hasta ahora, aparte sería un gran paso para mí, contarle mi mayor secreto a una de mis mejores amigas.

Cuando veo que ya ha pasado la hora en que acaban las clases, me levanto de la de tumba de mi madre no sin antes prometer que la vendré a visitar como antes, con la mente más clara decido tomar un taxi a casa de Spencer.

Al llegar a la puerta toco el timbre, para mi sorpresa quien me recibe fue Spencer, al verme me sonríe y me da un abrazo, al entrar me dice que vallamos a su cuarto para estar más cómodas.

– ¿Dónde te metiste Cinthya?, no te vi en todo el día– dijo en tono preocupada.

–Lo sé, es que tenía que estar sola para pensar sobre algunas cosas que tengo que decirte– dije casi con un hilo de voz.

– ¿Es referente a lo que ocurrió ayer? – pregunto.

Asentí, realmente no estaba preparada para contarle la verdad y para ser sincera creo que nunca lo estaría, así que en vez de soltar tremenda bomba le contaría cierta parte de la verdad.

–No es necesario que me lo cuentes, Peter ya me contó lo que paso entre ustedes– dijo con una pequeña sonrisa.

Al oír esas palabras pensé que no la había escuchado bien, pues fue tanta mi sorpresa que levante mi cabeza tan rápido provocando que me diera pequeño mareo, sabia a la perfección que Peter no le contaría la verdad, lo más seguro es que le haya inventado cualquier cosa para que Spencer no sospechara que había algo malo entre nosotros, pero yo no dejaría que se saliera con la suya.

Ojos de cielo Where stories live. Discover now