Capitulo 2

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¿Como hago para concentrarme en otra cosa que no sea Enzo Fernandez y sus dientes perfectamente blancos? Es imposible Jesús.

- Bueno chicos, pónganse en ronda, Enzo y yo vamos a elegir nuestro equipo. ¿O quieren hacer nenas versus nenes? -pregunte prestando atención a sus caritas, creo que les gustó más esa propuesta.- Chicas, ¿Les enseñamos como se juega? -los gritos de emocion se escucharon en todo el patio. Vi como Enzo con su grupo formaron una ronda y hablaban en secreto, nosotras por nuestra parte estábamos tranquilas. Como toda mujer, siempre confianzuda.

- Ya van a ver quién sabe jugar. -los nenes dieron gritos vikingos haciendo reír a Enzo. Él y yo nos dimos unas miradas desafiantes, para insentivar más a los chicos. Hice sonar el silbato y comenzamos, Enzo y yo estábamos jugando atrás, mientras los peques manejaban el juego. Apenas Juli robo la pelota a Ana se la paso al más grande. El cual la paro sin mucho problema.

Levanto su mirada encontrándose con la mía, me dió una sonrisa de costado, canchereando. Me acerque a querer robarla ya que las nenas me miraban esperando que me mueva. Él ponía su brazo cubriendome y yo siendo más enana que él, no tanto pero si, no me daba lugar a sacarsela. Apoye mi mano en su espalda y me dió una corriente eléctrica instantánea, el lugar estaba tenso, y caliente. MUY caliente. Casi igual que yo en este momento.

- Daa Felicia, sos re pata dura. -me jodió bajito para que solo yo escuché.

- Sos una pared Jeremías. No puedo hacer más que esto. -su espalda se movió acompañada del sonido de su risa, ahí entendí que había quedado expuesta con mi comentario. Se la paso a otro de los peques y este corrió haciendo el gol. Todas las nenas hicieron abucheos hacia el equipo rival.

Sacamos del medio y después de un par de pases me la dieron a mi, así que la lleve pegada al pie, Enzo instantáneamente se acercó y le di la espalda cubriendo la pelota. Su cuerpo se pegó al mío desde atrás y estiraba su pierna entre las mías, ¿Cómo un acto tan inocente puede traer pensamientos obscenos a mi cabeza? Todo el emana obscenidad.

Joaco, otro de los peques, se acercó corriendo hacia mi para querer sacarmela y se la pase a Mili, ella sin dudarlo pateó al arco haciendo un golazo. Nos abrazamos festejando y le saque la lengua a Enzo haciéndole burla.

...

- ¿Cómo nos van a ganar así? -el campeón se agarraba la cabeza entre las manos, ganamos por un golcito hermoso mío.- La pata dura me gano. -exclamo causando mi risa.

- Señor Enzo, no pasa nada, es un juego nada más. -hablo Luz, está nena representa su nombre, es un amor. La cara de él se iluminó con esa sonrisa tan característica, al tiempo que mi cara se puso seria, concentrándome en la belleza que veían mis ojos. Me concentre en sus brazos apretados por esa chomba, esa bendita chomba. Su pelo ya tenia pocos rastros de lo que fue platinado en algún momento. Que morocho hermoso es.

- Me voy a tener que esforzar más para la proxima poder ganarles. -ella asintió emocionada, sabiendo que sus palabras fueron escuchadas. Mire mi reloj digital, pasaron veinte minutos de clase, por lo que me da tiempo a hacer algunas actividades para que ellos sigan motivados.

- Peques. -los llame haciendo sonar mi silbato. Ellos se acercaron corriendo.- Vamos a mostrarle al señor Enzo lo que hicimos la clase pasada, y el juego que creamos entre todos. ¿Les gusta la idea? -sin darme tiempo a decir más, corrieron hacia la bolsa de equipo, donde fueron sacando las pelotas de trapo y repartiendoselas por nombre. Sonrei orgullosa de mis niños, por mi costado Enzo se acerco con los brazos en su cintura.

- Son un amor. -hablo con la vista en el mismo lugar que yo.- Ya veo porque te gusta tanto tu trabajo, y lo haces genial encima. -lo mire sonriendo agradecida.

- Gracias, la verdad que es lindo empezar la semana así. -puse mis ojos en él, dándole un doble sentido a mis palabras. Vi como apretó sus labios conteniendo una sonrisa y mirando hacia el suelo.

Sin dar tiempo a que responda nada, los chicos se acercaron gritando. Enzo dirigió sus ojos a mi, guiñando uno en mi dirección.

¿Que le pasa señoooor?¿No ve que me pongo fácil?

...

Ya está terminando el acto improvisado que organizamos entre todos. Hasta Enzo ayudo a colgar algunos cables y traer cosas del depósito. Hizo que me guste un poco más, es muy atento a todo.

- Bueno chicos, despedimos con un aplauso al señor Enzo Fernandez, que fue muy amable de pasar el día en la institución. -él mostró sus dientes blancos hacía todos los presentes mientras lo aplaudían y chiflaban. Yo estaba parada cerca de la puerta de salida, con las manos atrás y mirando todo con una sonrisa.

La directora venía caminando con Enzo mientras las maestras se iban llevando a los chicos, arrastrandolos más o menos. Él venía mirando el piso prestando atención a lo que decía Andre.

- Feli, los chicos de segundo tercera no vinieron hoy. -abri mis ojos sorprendida, ellos son mis chicos de secundaria.- Así que te queda el día libre. -asentí, los bueno es que si me voy antes Andrea no me descuenta esas horas.- Si querés anda ahora, yo termino de llenar la planilla de los peques. -le sonreí agradecida. Me acerque y la salude con un beso en la mejilla y sin pensarlo ni medio segundo saludé de la misma forma a Enzo, apoyando mis mano en su hombro.

- Me voy entonces. Enzo, gracias por haber venido, nos diste una lista sorpresa y la pasamos muy bien. Te esperamos para una próxima vez. -dije a la vez que iba sacando las cosas de mis bolsillos para meter en la mochila.

- Yo tendría que dar las gracias por la bienvenida que tuve, son unos genios todo. Y vos Feli, la verdad que te pasaste, trabajas con mucho amor y dedicación, ojalá nunca pierdas eso. -asenti agradecida por sus palabras.

- Te acompaño a la puerta. -le dijo, me dió una última mirada de despedida y caminaron juntos, me quedé un segundo apreciando su ancha espalda y suspiré. Camine hacia donde guardo mi bici y metí todo en el canasto, me puse mi casco y salí, en la vereda todavía estaba Enzo con la dire charlando. Me despedí con la mano y emprendí mi camino a casa.

...

Acomode mi bici, atandola con cadena, en el subsuelo. Camine tranquila hacia el ascensor a la vez que un auto entraba en el estacionamiento. Me subí una vez que estuvieron las puertas abiertas. En ese momento veo mientras se cierran las puertas, a un morochon de pelo platinado y chomba de la AFA, iba jugando con sus llaves en dirección a la escalera.

- ¿Enzo? -pregunte fuerte, giro su cabeza hacia mi con el seño fruncido y cuando vio que era yo las puertas de terminaron de cerrar. Dejándome con la boca completamente abierta.

¿Cómo que vivimos en el mismo edificio? La puta madre, y yo recién me entero. Pase mi mano por mi pelo sin salir de mi sorpresa, en que piso vivirá es mi pregunta. Salí del ascensor y me encontré a Valen en el inicio de la escalera con Oli a upa.

- Hola chicas. -les sonrei y se dieron vuelta, Oli instantaneamente tiro sus brazos a mi que sin pensarlo dos veces la agarre abrazandola.- ¿Cómo esta la bebe más hermosa del edificio? -teniamos las mejillas pegadas y Valen nos mostraba sus dientes perfectamente blancos en una hermosa sonrisa. Que pedazo de mujer la verdad.

- Hola Feli, ¿Cómo estas? -la observe mejor y estaban las dos vestidas para salir.

- Bien, ¿Ustedes?¿Se iban a pasear? -asintió.

- Si pero estamos esperando al papá de Oli, apenas llegue ya nos vamos. -acomodo su bolso y escuche como alguien venia subiendo las escaleras. Oli se tiro a los brazos de su madre y ya supe que tenia que irme.

- Pasenla lindo chicas, disfruten. -le di un ultimo beso a la bebe y camine hacia mi departamento. Saque las llaves abriendo la puerta, cuando estaba por cerrar escuche una voz gruesa hablando al final del pasillo. Eso significa que ya estaban con su hombre.

Sonrei por saber que Valen no estaba sola, que su maternidad es con un compañero y que Oli tiene el amor de sus dos padres juntos.

Compañera de juegos (Enzo Fernandez)Where stories live. Discover now