Capitulo 15

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Enzo

Agarrado de sus nalgas comencé a subirla y bajarla sobre mi pija, no puedo dejar de morderme el labio, está muy apretada, caliente y mojada. Disfruto mirando su cara de placer, sentir sus nalgas rebotando en mis piernas. Pero las disfrutaría más si estuvieran desnudas.

Sin aguantarme las ganas le di una nalgada sonora, se que mi mano pesa, y son fuertes, pero a ella por alguna razón le encanta, cada vez que lo hago se moja más.

— Sácate ese short, dale. —le ordene, salió lentamente de mi y sin vergüenza alguna se bajó el pantalón tirandolo por algún lugar de la sala. Ahora me levanté y la hice arrodillar en el sillón, con las manos apoyadas en el respaldo. Su culo a la vista para mí, al desnudo.— ¿Te encanta que te garchen como una puta no? —hizo un sonido de afirmación y le di por primera vez una nalgada de frente, viendo claro como estás se movían y temblaban por el golpe. Está wacha me va a matar.— Contestame. —la agarre del cuello levantandola un poco, mi pija se enterró entre sus nalgas por la cercanía.

— Si Enzo, me encanta que me garches así. —no pase por alto que no hablo en plural, solo lo dijo por mi. Abriendo con mi mano izquierda su culo, apunte mi verga a su intimidad, comenzando a introducirlo despacio.

Sus rodillas se abrieron un poco más y paro su culo, con su espalda arqueada dándome toda la accesibilidad para que yo haga lo que quiera.

La entrada de su culo está a la vista, esperando por mi. Cuando mis bolas chocaron con su clítoris sentí toda la humedad en ellas.

— Uff, lo que estás hija de puta. —susurre empezando a sacarla y meterla a un ritmo lento.— ¿Tanto ojete ibas a tener? —su cara está enterrada en sus brazos, sin parar de gemir. Que lindo es tenerla al fin así, cogiendomela.

Lleve dos de mis dedos a su boca, metiendolos y agarrándola cómo si fuera un gancho tirándola hacia atrás. Su lengua saliba mis dedos y los saco, llevándolos a su culo, hice presion con uno, su cuerpo tembló mientras la seguía embistiendo.

Mi dedo se deslizó, su culo recibiendome con gusto.

— Parece que estás muy caliente. —mi voz se escucha cortada por mis movimientos. Giro su cara mirándome con esa cara de puta que me puede, es mi puta.

La garchaba por los dos lados, ida y vuelta, entraban y salían, no saben cómo estoy. Con estas vistas puedo llegar a terminar en cualquier momento.

Saque mi verga golpeándola con ella en las nalgas, saque el dedo de su culo por mi bienestar.

— Metemela por el culo. —ah no, ¿Estoy en el cielo y nadie me lo dijo?

— ¿Segura? —quise saber, ¿Y si le duele?

— Metia mi jueguete pensando en vos, y no me dolía, ¿Te pensas que si vos me estas garchando me va a doler? Mi culo no es tonto. —soltamos una risita en medio de tanto fuego. Y me arrodille atrás suyo.

Abrí sus nalgas con mis manos y le escupí el culo, para luego pasar mi lengua por su vagina, es tan suave, tan dulce. Succione su clítoris haciéndola retorcerse. Lleve otra vez mi dedo a su culo y lo metí, todo mojado, mientras seguía haciéndole sexo oral. Estoy nervioso porque es la primera vez que voy a hacer esto, no la quiero lastimar.

Si, yo, Enzo Jeremías Fernández estoy nervioso.

Apoye el glande en su entrada y con mi pulgar ayude a presionar, entro la punta y ya el corazón lo tenía en la boca.

Vi como apretaba la tela del sillón en sus manos, pero tiró sus caderas hacia atrás buscando más. Me metía un centímetro y frenaba unos segundos, la volvía a sacar y cada vez entraba un poco más.

Una vez estuvo toda adentro cerré mis ojos y mire el techo, se que voy a acabar si me sigo moviendo, pero ella fue la empezó a moverse de atrás hacia adelante.

— Voy a llenarte de leche si seguís así. —quede el más virgo del mundo, pero así me pone.

— Lléname de leche todo el culo, dale. —lo hace a propósito. Es una hija de puta. No me quiero ni mover.

River
Mi buen amigo
Esta campaña volveremo' a estar contigo
Te alentaremos de corazón
Esta es tu hinchada que te quiere ver campeón...

Cantaba en mi cabeza para tratar de concentrarme en otra cosa, pero no dejaba la sentir la presión al rededor de mi verga, queriéndome sacar todo.

No aguante más, la agarre de las nalgas abriendoselas y empezando un mete y saca rápido. El golpe de nuestras pieles se escuchaba en toda la habitación, sus gemidos llenaban mis oídos haciéndome calentar más.

— ¿Querés que te llene de leche el culo? —asintio sin dejar de gemir. Bajo su mano y empezó a masturbarse, sentía su humedad chapoteando y baje mi mano metiéndole dos dedos en su zona más caliente y mojada. Sus gritos de placer me hacían palpitar la verga.

— Más fuerte Enzo. —su voz amortiguada por el sillón, saque mi mano de su vagina, y le di una nalgada sonora.

Con mi otra mano hice una colita con su pelo y tire hacia atrás, su cuello quedó expuesto y la tome de este con mi otra mano acercándome a ella, pegue mi boca él, lamiendo y succionando. Mordí su lóbulo y aumente la velocidad de mis embestidas.

— Lléname de leche morocho, dale. —ya sentía como me estaba ciñendo.— Ya terminó Enzo, dale. Un poco más por favor. —suplico y la solté empezando a cachetearle el culo más fuerte.— Así así. —y empezó a temblar haciendo que mi pija se salga, pero la empuje contra el sillón y se la volví a meter hasta el fondo, la saqué y se la metí en la vagina sintiendo toda esa humedad que me vuelve loco.

— Sos mi puta, ¿Lo sabes no? —la saqué y se la metí en el culo nuevamente para meterla y sacarla dos veces más, sentí como salió el primer chorro, me quedé quieto enterrado hasta el fondo de ella, vaciandome por completo. Sacándome las ganas de ella. ¿O aumentandolas?

Se que después de esto no hay vuelta atrás, ni con coger, ni con amar.

Compañera de juegos (Enzo Fernandez)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن