Cap.5- Desobediente

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Terminamos de comer. Me han salido bastante bien los tallarines y la verdad es que me siento genial. Recojo la mesa y le pido a Sandy que cuide mientras de Leo, para que no me moleste mientras friego los platos. Después de una hora fregando los platos y recogiendo la cocina (reconozco que no es algo que se me dé muy bien), obligo a Leo a que lea un poco. No puedo tenerlo viendo la tele todo el día. Leo no quiere leer y empieza a tirarse al suelo y a patalear. No puedo con él cuando se pone así. Sandy interviene.

-¿Y si nos lo llevamos un rato al parque que está por dónde la estación? Tal vez así no se aburra, además, pasaríamos más tiempo con él.

Creo que Sandy y yo tenemos un tipo de conexión cerebral o algo. Lo que me ha querido decir o eso creo, es que si lo llevamos al parque, estará contento y se lo dirá a mi madre, con lo cuál no se enfadará tanto al ver que me he preocupado porque se divierta, y además mi hermano acabará cansado de jugar, por lo que se irá más rápido a la dormir. Sandy, has dado en el clavo. Asiento con la cabeza con mi mirada de "Lo has clavado Sandy" y me dirijo a Leo.

-Enano, ¿te apetece que vayamos los tres al parque? Te dejo que te bajes el balón.

-Vale, pero si no juego con el balón me lo cuidas, ¿vale?

-Que sí, venga anda sube arriba que te vista.

Subimos al cuarto de mi hermano y le pongo un pantalón corto de chándal y una camiseta verde y azul marino, le pongo las deportivas, cogemos el balón y nos vamos al parque. Hay un grupo de chavales sentados en unas mesas haciendo el cabra, bebiendo cervezas y gritando bastante. Nos sentamos en una mesa alejada de ellos y mi hermano se va a jugar a los columpios. Parece que ya se ha hecho algún que otro amigo en el parque, porque me ha dejado el balón. Le envidio por ser tan pequeño y por hacer amigos tan fácilmente. Cuando creces cuesta muchísimo, o por lo menos a mí. No sé cómo me las voy a apañar para hacer amigos aquí, aunque no pido mucho, teniendo a Sandy me sobra.

Sandy se queda mirando a los chavales del parque y de pronto me da un codazo y empieza a llamarme.

-Rocky, Rocky tía esos dos de ahí son los amigos de Fran, ¿qué hacen aquí? Espero que no me vean porque si no me da algo.

-¿Qué? ¿Quiénes? ¿Son los que están fumando y mirando las tetas de esa chica?

-Joder Rocky no seas tan cantosa que no quiero que me vean y menos que se lo digan a Fran. Sí, son esos dos, son el chico de la camiseta roja, castaño y con los ojos color marrón y el otro de la camiseta negra y ojos azules, el que está agarrando a la chica pelirroja. Espera, que te enseño quiénes son que tengo alguna foto de ellos y los sigo en Instagram.

-Sí, mejor que me los enseñes, que no veo nada con este sol dándome de frente.

Sandy saca el móvil y empieza a buscar a los chicos en la red social. Primero me enseña al de la camiseta negra. Es bastante guapillo, aunque creo que está mejor en persona, aunque apenas puedo ver su cara. Luego me enseña al otro chaval, al de la camiseta roja...

-¿Qué opinas?- Me dicen Sandy. Me he quedado sin palabras. Es...guapo, pero me ha llamado muchísimo la atención y no sé por qué . Es un chico normalito, pero con un cuerpo trabajado, se nota que va al gimnasio muy de vez en cuando. Tienes pocas fotos, pero por lo que me ha enseñado Sandy es castaño, ojos color miel, un poco bronceado, no mucho, alto.

-No está mal, es guapo.

-¿ROCKY? ¿Tú diciendo que un chico es guapo? Jajajajajajaja ay Rocky, Rocky, me parece que te ha impresionado bastante jajaja

-Cállate anda. Sabes que paso de los tíos, pero si el chico es guapo pues se dice y ya está.

-Claro Rocky, cla-ro. Pasarás de los tíos, pero creo que tanto tú como yo sabemos que si este chaval te dice algo, se te cae el alma y las bragas a la vez.

Conociendo a RockyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora