En donde Iguro Obanai y Sanemi Shinazugawa, husmeando en el cuarto de uno de sus compañeros que tanto odian por "presumido", descubren la triste realidad detrás de la inexpresividad en el rostro de Tomioka Giyuu.
Y debido a que la culpa los carcome...
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—Odio esta materia con toda mi podrida alma.
Iguro Obanai arranco la hoja del cuaderno y la arrugo en sus manos haciendo un estruendoso sonido para toda la clase, quienes lo observaron como si fuese un bicho.
—Joven Iguro, ¿Le sucede algo? — Pregunta el profesor a cargo de la materia, un hombre insoportable a la vista de Iguro. Michikatsu Tsugikuni era muy serio y estricto con su materia.
Obanai se da cuenta de que todos lo miran y que hablo en voz alta, por lo que internamente se maldice. Se obliga a bajar la tensión que sentía y mirar a su profesor.
—Nada.
El profesor había puesto una actividad en clase de al menos unos diez ejercicios con procedimiento que costaba cinco puntos para cualquier nota baja. Era una enorme oferta que nadie iba a desperdiciar. El profesor comento que daría dos puntos y medio si al menos los realizaban medianamente bien. Iguro sabia que Sanemi no le dejaría copiar porque los perjudicaría a los dos si los ven y al menos uno debería tener los puntos.
En esos momentos era cuando mas deseaba ser bueno en matemáticas.
—Comandante Shinazugawa, me rindo. No puedo... — Murmura estampando su frente contra la mesa.
—Comandante Iguro, no me digas eso...
Ambos se miran con tragedia, Iguro se rinde y Shinazugawa se preguntaba que tan mal le haría quedarse en una materia. Entonces, como si fuese un ángel caído, Tomioka le habla a Obanai.
—Comandante Obanai, Obanai.
—No, ya no quiero escuchar a nadie, soldado Giyuu — fue lo que le respondió Iguro.
—Aun hay oportunidad, abra su mano disimuladamente — Obanai se queda confundido, pero hace lo que Tomioka le dice, cuando termina de abrirla un papel cae en ella. Sorprendido, esconde el papel entre sus hojas sobre el escritorio para que nadie las vea. Se voltea hacia Giyuu al igual que Sanemi.
—Haz pasado de ser un simple soldado a ser comandante, no olvidare tu sacrificio, bro... — Iguro choca puños con Giyuu y se voltea rápidamente cuando el profesor estaba girando en esa dirección.
El profesor Michikatsu pasa a su lado y el trata de no ponerse nervioso. Justo cuando Obanai cree que paso por su lado, este se queda ahí sin avanzar. Obanai se presiona a si mismo para volver a escribir e ignorar su presencia. Copia la orden después de poner sus datos y se demora mucho en escribir la formula del ejercicio. Para cuando se empezó a desesperar el profesor decide irse y dejarlo en paz copiar los ejercicios. Agradece a cualquier deidad por eso.
—Tremendo hijo de la gran puta el man — murmura Obanai cuando sabe que el profesor no lo esta escuchando. Copia lo mas rápido que puede los ejercicios pasados por Tomioka y copiar los procedimientos como si los hubiera hecho por consciencia propia cuando no tenia ni la menor idea de que era eso.
Cosa de gente inteligente, supone. Solo ellos le encuentran sentido a sus garabatos.
Es más, ni sabía cómo hallarle sentido a eso. Giyuu y Sanemi eran unos genios en matemáticas y él era bueno en todo menos en esa materia. ¿Por qué le eran tan inentendibles?
—¡Cinco minutos!
Iguro corre cuando termina de poner la fecha y los otros dos le siguen, el profesor y toda la clase se asombran de ver al heterocromático presentar una actividad de matemáticas puesto que casi nunca lo hacía.
—Señor Iguro, ¿Se encuentra bien? — Le pregunta delicadamente, en tono bajo, esperando una respuesta negativa para así llevárselo a enfermería y que lo revisen. Sanemi de tapa la cara con el cuaderno para que no se vean sus ganas de reírse de su amigo.
—... Estoy excelente, mejor si me calificará la actividad — le responde secamente.
El profesor agarra el cuaderno y revisa ejercicio por ejercicio, el asombro viéndose claro en su cara, Obanai sonríe. Por fin le gano por primera vez al molestoso profesor que siempre se le andaba cargando.
—Extrañamente esto está correcto... ¿Por fin pensó, joven Iguro? — Se ofende ante la pregunta.
—¡¿Qué dice profe?! Si yo soy inteligente — le replica.
—Mhmmm, eso es dudable — le responde, poniendo los cinco puntos en la esquina del cuaderno, pero sabía que el profesor solo bromeaba con el, lo conoce desde que entro a la secundaria, así que le podía hacer esos comentarios.
—¡El profe tiene razón! — Se termina de reír Sanemi y Obanai le mira con profundo odio.
—¡Cállate, Salami! ¡Emo, defiéndeme!
—... Pero tienen razón... — Responde simplemente y Michikatsu se quiere reír pero se mantiene serio como su profesionalidad se lo pide.
Iguro se acomoda sus mangas y cuando esta apunto de lanzarse contra su amigo emo, Sanemi lo agarra de los brazos y toda la clase se empieza a reír. El profesor solo suspira, no era la primera vez que peleaban en su salón pero no es como si hiciera algo para impedirlo, tampoco los castigaba, lo veía muy innecesario.
—¡Suéltame, Sanemi, lo quiero mandar con Dios! —
—¡Mi cabello, idiota!
—... No me pagan lo suficiente por esto, exijo un aumento.
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🐰🌼: ¡HOLA!
Hace tiempo no publicaba en esta sección, pero estoy regresando de apoco, no prometo actualizar a diario porque realmente estoy sumida en mucho estrés y tengo poco tiempo, de todas formas, decidí retomarlo porque no quería dejar mis historias así.
Espero les vaya gustando ✨
Sin mas que decir, me retiro, ¡Hasta pronto! :D
🐰🌼 Nota del 26/03/24: Originalmente no estaba quien era el profesor de matemáticas, pero decidí que era buena idea meter a Michikatsu puesto que en las ediciones de los capítulos futuros lo puse así.
Se despide, Sw33t ツ 🌼🐰.
Publicado: 03 de Junio del 2023. - Editado: 26 de marzo del 2024.
