Capítulo 008: Sanemi, ¿Eres idiota?

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—Bro

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—Bro...

—Oh...

Ninguno de los dos azabaches presentes sabía como lidiar con un Shinazugawa en mal estado. Estaba con la cabeza gacha sobre sus brazos en la banca y no los había insultado como saludo.

Y el albino, aunque te odie y te maltrate como amigo, ¡Siempre saluda!

—... Esto es grave — murmura Obanai. El era el primero en saludarlo e insultarlo apenas entraba al salón, pero ni la mirada le dirigió. —Oye Salami, ¿Qué te paso?

Intenta moverlo con el dedo índice, esperando una señal de que esta vivo. Pero Shinazugawa simplemente no se movió ni emitió sonido alguno. Obanai solo lo veía así cuando se peleaba con Genya y le decía insultos que hizo que no le hablara en todo el día. Fuera de eso, nada podía poner en ese estado al albino.

Y por lo que sabía, con Genya no había peleado. El seria el primero en saberlo de ser así porque el pequeño niño iba hasta a el a contarle el chisme.

El pelinegro, envuelto en nervios solo puede girar la mirada hacia Giyuu en busca de ayuda. Este se paraliza, no es que el sepa consolar a la gente, el ignora sus emociones, así que también se desespera.

—Sanemi, ¿Estas bien? — Pregunta delicadamente. Sentándose a su lado mientras Obanai mira todo desde atrás, mordiéndose las uñas.

Ambos chicos esperaban una respuesta, pero no la que les dio Shinazugawa.

—... Déjenme solo.

—Dios, ni el emo suena tan depresivo...

No sabían que hacer, ninguno de ellos tuvo una situación donde un amigo se ponía triste y tenías que consolarlo. Giyuu por no tener tantos amigos, Obanai porque ni el ni Sanemi son de ponerse tristes.

Son personas que no pueden ser serías, entiendan. Todo el tiempo sus cabezas piensan en fiestas, músicas, desastre y albur.

Y es por eso que Giyuu se asombra cuando, de la nada, Iguro se lanzó sobre el albino y le jalo las greñas.

—¡¿Qué te pasa, serpiente desnutrida?! — Sanemi se remueve tratando de quitarse a Obanai de encima y este solo le sigue jalando el cabello.

—¡A mi me vas a decir qué carajos te pasa! — Le responde.

Obanai no tenía otra alternativa, era jalarle las greñas o dejar que el albino se convirtiera en un emo. Una de las pocas veces que estuvo triste fue cuando se le cayó el almuerzo de su hermano por la ventana y eso le duro casi todo un mes. Y el no iba a esperar todo un mes para que se le pasara el asunto a su amigo.

—¡Ya te dije que nada, tarado, déjame!

—¡¿A mi me echas?! ¡Yo que soy tu brother, tu yunta, tu pana, tu llave! ¡¿Y así tan fácil me deshechas?! ¡No Shinazugawa, a mi no me vengas con tus pendejadas!

Cosas De Bro's || SaneGiyuuOba Friendship.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora