Capítulo 6 | Subiendo la temperatura.

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Rindou | Pasado

Una semana había transcurrido de la muerte de Emma, esa semana Ran casi ni había tocado su teléfono y tampoco salía de casa. Sin embargo no la nombró nunca y estuvo tranquilo todo el tiempo.

Me encontraba sentado en la mesa de la cocina mientras Ran preparaba mi desayuno, debía irme a la escuela y él ya se había graduado el año pasado.

- Rindou. -llamó mi atención mientras servía el café y revolvía lo que estaba cocinado en la sartén.

- ¿Si? - levanté mi vista del móvil hacía su dirección.

- ¿Has estado hablando con Emma? No te he visto salir ni mencionarla, era tu único tema de conversación.

- No, no he sabido nada de ella desde que terminamos la relación. -respondí fríamente.

- Me parece excelente que la hayas dejado. -se gira y me sonríe. - Era una zorra.

Mis ojos se abrieron enorme al igual que mi boca, no podía creer lo que acababa de decir. Justamente él, quién le llevaba rosas y parecía un romántico empedernido con ella. Es un cínico.

¿De verdad piensa eso? ¿Jamás la quiso?

- ¿Y tú, hermano? No has estado saliendo tampoco, solías arreglarte mucho. ¿Hay alguna hembra por ahí? -indagué.

- Llevo semanas sin tener alguna chica para conquistar -mintió sentándose frente a mí y dejando el desayuno en la mesa. - podríamos ir de fiesta y buscar unas nenas.

Ambos reímos, sabíamos que lo íbamos a hacer esa misma noche.

Galatea | Presente

Me encontraba dándole los toques finales a mi maquillaje, esta noche iríamos a bailar con Kazutora.

- ¿Cuántas veces te vas a pasar ese plumero por la cara? -preguntó el pelinegro apoyado en el marco de la puerta del baño.

- Es rubor. -corregí y volteé a mirarlo graciosa. - ya terminé.

- ¡Sentía que iba a envejecer si seguía esperándote! -se rió tomando su móvil del sofá y guardándolo en su bolsillo.

Bajamos y pedimos un taxi.

- Gal, tomamos todo lo que queremos y... -dijo abrazándome mientras estábamos yendo a la discoteca.

- Volvemos como podemos. -terminé.

- Esta noche sí, hoy sí. -rió y dejó un beso en mi mejilla.

(...)

Estábamos en la puerta de la discoteca cuando veo pasar como si fuera una celebridad a Ran, destacaba entre todos y no solamente por su altura. Las chicas al verlo se sonrojaban o se ponían a retocar sus maquillajes.

Cuando llegó nuestro turno en la fila pasamos y nos dirigimos a la barra para embriagarnos con Kazutora.

Después del séptimo shot perdimos la cuenta de lo que bebimos y se sentía genial la sensación de mareo.

- ¡Bailemos! - grité y arrastrando llevé a la pista a Kazutora.

Sonaba una canción de Rauw Alejandro, la pista estaba demasiado cargada y teníamos que bailar muy pegados.
Kazutora ponía las manos en mi cintura mientras yo meneaba las caderas.

Cualquiera pensaría que somos pareja.

Luego de un rato de tanto bailar y que se nos baje el alcohol, volvimos a la barra para tomar algún trago más liviano.

Galatea | Haitani brothersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora