Galatea | Haitani brothers

Capítulo 8 | Tulipanes, Bigotes e interrupciones.

Galatea.

Se acercaban las ocho y yo era un manojo de nervios, no dejaba de mirarme en el espejo por si manche mis dientes con labial, si mi rimel se había corrido o si tenía mal aliento. Hace mucho no tenía una cita.
¿La ropa que tenía era la adecuada, era muy elegante o muy simple?
Llevaba una camisa blanca sin mangas, un pantalón de vestir beige y unas sandalias del mismo color que la camisa.

Ran:
- Estoy esperándote abajo.

Casi grito de los nervios, corro rápido hacia mi habitación donde me coloco por segunda vez perfume y salgo de mi departamento a las apuradas hacía el ascensor donde me mentalizo para no parecer nerviosa y hacer el ridículo.

Al llegar al recibidor del edificio ya podía ver el lujoso auto de Ran y al nombrado de espaldas a la puerta.

- ¿Ran?

Este mismo se gira y me sonríe, lleva un ramo de tulipanes en su mano. No puedo evitar sonrojarme por su detalle.

- Buenas noches Gal.

Me entrega las flores y toma una de mis manos para dar un corto beso en ella. Su perfume masculino entró en mis fosas nasales, era exquisito.
Luego de eso se gira y abre la puerta del copiloto para que entre al auto, en el estéreo sonaba I wanna be yours de los Arctic Monkeys.

- No puedo evitar decirte que te ves muy hermosa. Estás perfecta. -dijo Ran al poner el auto en marcha y dirigirse hacía el restaurante.

- Gracias, tú también estás muy bien, elegante como siempre.

- Háblame de tí, ¿qué cosas te interesan, tienes pasatiempos?

- Práctico fotografía, me gusta sacarle muchas fotos al cielo si no estoy trabajando, a veces hago yoga. Y mirar documentales. ¿Y tú, tienes pasatiempos Ran? -volteé a mirarlo.

Sus ojos púrpuras eran iluminados por las luces de la calle. Su rostro era como el de un ángel, el arete en su oreja brillaba y el tatuaje en su cuello era llamativo se movía al igual que su nuez de adán mientras me habla, ¿le habría dolido mucho? Sus labios eran finos y suaves. Besaba bien. A pesar de sus leves ojeras se veía espléndido.

Él me miró rápidamente y sonrió al percatarse que lo estaba mirando.

- Puedes tomarme una foto. -se rió y salí del trance en el que estaba.

- ¿Qué? - no lo había escuchado en lo absoluto, me sentía avergonzada a la vez que pestañeaba varías veces y volvía a mirar el camino.

- Me gusta el golf, no sé si sería un pasatiempo. También entrenar, a veces lo hago con mi hermano pero él es más constante y yo prefiero dormir.

- ¿Tienes hermanos? Yo no, soy hija única. -pregunté curiosa.

- Uno solo, él es como mi mitad y hacemos todo juntos, nunca peleamos. No sería nada sin él. De hecho, muchos piensan que somos gemelos pero soy el mayor, tener hermanos es genial cuando te llevas bien con él.