Capítulo 18 | El trágico día después

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Me miraba en el espejo horrorizada, mi cuello lleno de moratones y marcas de dientes, mis labios hinchados por las mordidas y mi pelo era una maraña.

Me asomé por el marco de la puerta y Ran seguía durmiendo plácidamente e impecable. Silenciosamente busqué ropa que tape la mayor parte de mi cuerpo y me vestí. Corrí como pude hacía la sala en busca de mi teléfono, mi billetera y Bigotes. Sin más salí de mi departamento con el felino en mis brazos.

Llamada:

—Kazu, ¿dónde estás?

Gal, hola, haciendo compras. ¿Qué hay?

— Necesito ir a tu casa, estoy allí en 15 minutos.

Emprendí mi camino hacía la casa de mi mejor amigo, Bigotes se removía incómodo pero no lo solté.

Al llegar donde Kazutora, él me abrió y su rostro se desfiguró al verme, se limitó a hacerse a un lado y dejarme pasar.

— Te dije que te alejarás de esos locos. Mirá, ¡te golpearon! –gritó apenas cerró la fuerta de un portazo. – Iremos a ponerle una denuncia a los dos.

— Kazu, kazu. –murmuré soltando al gato e intentando acercarme a mi amigo para abrazarlo.

— ¡MÍRATE! –se jalaba los pelos. Me empujó cuando me quise acercar.

Me quedé mirándolo con los ojos llorosos mientras esperaba que se calme. Mi celular empezó a vibrar y cuando ví el dueño de esa llamada sólo me angustié más. No sé en qué momento dejé de escuchar a Kazutora gritar, sólo escuché lo último que dijo

— ¿Te golpeó? – negué con la cabeza aunque sí, también me amenazó, me apuntó con un arma e hizo otras cosas.

Allí fue cuando mi mejor amigo me abrazó.

— Gal, ¿quieres ir a la comisaría?

— No.

— ¿Tienes miedo?

Asentí con mi cabeza, me largué a llorar. El celular volvió a vibrar y Kazutora lo tomó.

— Mirá pedazo de mierda, te alejas de Galatea o te partiré la boca a puñetazos por abusador.

— ¿Quién abusó de Galatea? ¿dónde está?

— ¿Quién eres?

Cuando reconocí la voz que salía de la bocina me congelé. Era Rindou. Tiré el teléfono de las manos del pelinegro y lo senté en el sofá para explicarle todo.

— ¿Le dirás a Rindou, quién no es muy normal y parece un tipo más peligroso que su hermano, que su hermano es un puto abusador? ¿Tú sabes si son lo mismo? Gal, aléjate de ambos. Mudate aquí si quieres, que no sepan de tí.

— Rindou se molestó cuando su hermano se acercó a mí... me creerá.

— No seas... –suspiró– dile que lo esperas en el café de la esquina, le explicarás todo lo sucedido y yo no me moveré de tu lado. Que ni se le ocurra saludarte ni respirar cerca tuyo, lo apuñalaré con un croissant.

~

A medida que le contaba a Rindou lo sucedido con Ran, su rostro se ponía colorado y sus manos se ponían en puños, los nudillos estaban blancos de la fuerza. Le conté de que me apuntó con un arma, que me obligó a tener relaciones con él, que se quedó en mi departamento y yo me fui. Kazutora no dejaba de sorprenderse y se le escapó alguna que otra lágrima mientras, se moría de ganas de golpear a Rindou aunque no tenía nada que ver.
También le conté que cuando fui a su casa, en ese encuentro en la cocina, me agredió físicamente.

Rindou estuvo en silencio todo el rato, parecía shockeado. Intentó tomar mi mano pero Kazutora golpeó la suya para que se aleje.

— Gal, yo no sé, yo... no tengo palabras, te pido perdón por lo que te hizo. –el pelimorado tenía un semblante triste e intentó acercarse de muevo.– yo te cuidaré.

— Ni mierdas te acerques cabeza de pulpo. – Kazutora lo señaló. – esto es tu culpa.

— Descuida Kazu, no es culpa de él. Él no sabía.

— ¿No? –preguntó confundido.

— No. –respondió Rindou.

~

POV Rindou

Después de ese triste encuentro con Galatea y su amigo, llamé a Ran.

— Ran, ¿dónde estás? Tenemos problemas.

— Hermanito hermoso, estoy en las oficinas. Estoy con Sanzu, traeré unas nenas, vente.

Corté y me dirigí allá.

Entré a Bonten con un sólo objetivo en mente. Mi hermano. Abrí la puerta de su oficina, Sanzu y Kokonoi estaban sentados con él riéndose.

Ran al verme sonrió y se puso de pie.

— Hola Rin, ¿qué problema tienes ahora? – se carcajeó y Sanzu se unió a las risas. Le dió un sorbo a su whisky.

No respondí, me acerqué a él y enterré mi puño en su mejilla derecha. No medí mi rabia pero le dí otro puñetazo más, un golpe, otro más. Perdí la cuenta hasta que Kokonoi se interpusó entre ambos y me gritaba que pare, Sanzu se reía y trataba de ayudar a Ran quién estaba cubierto de sangre en el piso.

— ¡Para que aprendas a no meterte en mis asuntos y mucho menos con mi novia! –grité mientras me sacaban a rastras de la oficina.

— ¡No sabes como ella disfrutó tener sexo conmigo! ¡Es una perra! –gritó Ran provocandome.  Se reía mientras escupió sangre.

A Sanzu le generó curiosidad la pelea entre ambos hermanos y ahora quería conocer a la muchacha que generó una ruptura entre los hermanos. Aunque no fue la primera.

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Hola!! Capítulo después de meses. No sé cómo seguiré después o si este capítulo seguirá cuando vuelva a actualizar.

Aproveché que estoy de vacaciones y les escribí un mini capítulo.

Ay Ran después de este capítulo me cae mal..

To już koniec opublikowanych części.

⏰ Ostatnio Aktualizowane: Jan 07 ⏰

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Galatea | Haitani brothersOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz