Capítulo 17 | Ran perdiendo los estribos. ⚠️

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ADVERTENCIA: ESTE CAPITULO TOCARÁ TEMAS SENSIBLES Y EXPLICITOS.

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Ran

En mi cabeza no dejaba de rondar la idea que esta chica estaba con mi hermano a la vez que conmigo, había muchos baches en mis teorías pero todas apuntaban a que "la chica de la farmacia" era ella.

¿Desde cuándo el patético de Rindou tiene novia? ¿Ella lo hacía alterarse?

Llamé a su número, una, dos, tres veces y la maldita no contestaba. Suspiré fastidiado y aventé el teléfono para seguir trabajando, mi hermano no mencionó del encuentro en su casa y yo tampoco preguntaré nada.

¿Sanzu sabrá quién es la chica? ¿Lo ayuda en sus mierdas?

Las reuniones en Bonten se hacían pesadas con el pasar de los días, nos mandan juntos a las negociaciones y nosotros solo cruzamos palabras por trabajo. El vínculo con Rin se volvió inestable cuando empezó a salir con chicas y ponerse en algo serio con ellas en lugar de usarlas para una noche, porque para eso sirven, la secundaria era como un catálogo de revistas donde tú veías a una chica linda, le decías unos halagos y ellas se bajaban las bragas solas. Hoy es parecido pero somos adultos.

Mi hermano se encontraba merodeando por la cocina mientras yo tecleaba en la computadora, la tensión era palpable y tenía ganas de golpearlo hasta que me diga por su voluntad qué carajo hacía con Galatea.

— ¿Te la cogiste? -no hubo respuesta- Rindou, ¿tuviste sexo con ella?

— Sí. -dijo después de unos minutos.

Conté hasta diez pero no sirvió de nada, junté mis cosas y me fui de ahí.

—  Hoy no almorzaremos juntos Rin.

—  Estaba cocinando para mí, no para tí.

Me limité a mirarlo ofendido y retomé mi camino, mi ego estaba muy lastimado. Tiré todo en el asiento de atrás de mi auto y me dirigí a la calle 7. Chequeé estar presentable en los espejos del auto y bajé hacía la farmacia, carajo, está lleno de viejos acá.

Se encontraba atendiendo un solo chico muy exasperado, ¿no era el de la discoteca? Me irrité y salí de allí.

Me dirigí hacia el departamento de Galatea, no era la chica de la farmacia. ¿Acaso está chica es un pasatiempo para él? ¿Por qué la misma chica que conocí yo?

Toqué el timbre como un desquiciado hasta sentí un grito de "Ya va". Al abrir la puerta, solo encontré una frágil chica con los ojos rojos y toda despeinada. Casi siento empatía con ella.

—¿Qué quieres? ¿Golpearme?

Si dudé un poco, ya no. La empujé dentro del apartamento y cerré la puerta.

— ¡Vete porque gritaré! ¡Auxilio! -empezó a gritar mientras retrocedía.

— ¿Por qué con mi hermano? ¿Qué buscas? ¡Me tenías a mí! -grité y ella se quedó paralizada.

— No sabía que era tu hermano, tú te desapareciste y yo seguí con mi vida.

— ¡Tuviste sexo con él y conmigo no! -quería golpearla por ser tan estúpida.

— ¿¡Y qué con eso!? Es mi vida.

Me acerqué a ella y la tomé del cabello, empezó a forcejear pero igual la arrastré hacía el sofá y la aventé frente al mismo. Ella me miraba desde el suelo con los ojos llorosos y asustada, aún así se quedaba en silencio.

Galatea | Haitani brothersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora