Los juegos de Lena (Definiendo nuevos límites)

12.8K 315 172
                                    

Lena es una persona que le gusta el juego, sin embargo, hay ocasiones que su mente parece estar dispersa. Me observa con atención y se pierde en sus pensamientos, no es fácil saber qué es lo que piensa con exactitud, pero después de un tiempo de conocerla es fácil poder entenderla.

Me pregunto si para ella es fácil entenderme, porque hay veces que ni siquiera yo me entiendo. Hay momentos en mi vida que simplemente quiero dejar ir todo y al mismo tiempo tener a alguien que me aferre con la suficiente fuerza para no dejarme ir.

Hasta ahora no he hablado de mi estado emocional, ni lo que viví con ella hace unos años, en realidad, es algo que he intentado olvidar y enterrar en el pasado; pero, de vez en cuando, los problemas que intento ignorar llegan como una avalancha y me sepultan en este estado de demasiadas dudas y preguntas, sin tener respuestas.

Todo se arremolina en mi mente e intento luchar contra ello, sé que Lena lo intenta y sé que está sanando o ya ha sanado, pero, ¿yo realmente he sanado o es una ilusión que he creado para seguir adelante con todo esto?

Le he comprado un anillo y un brazalete, y es hasta ahora que realmente me siento lista para dar el gran paso, pero siento que todavía me hace falta algo, como si no hubiera sanado las heridas del pasado o como si su estado de ánimo influyera en el mío, porque sé que ella aún no ha podido perdonarse y tal vez nunca lo haga.

........

Desperté primero que ella y la observé en su placides, con las facciones relajadas y su desnudez esplendida, es increíble lo hermosa que es. Acaricié su rostro y peiné su cabello, de alguna manera, verla en su vulnerabilidad, hacía que mi corazón se llenara a tal punto que sentía que estallaría de felicidad. Eran las seis de la mañana, el sol despedía rayos cálidos y bañaban parcialmente nuestra habitación, era idílico y perfecto.

Besé sus labios con ternura y ella aspiró con fuerza, sin querer la había despertado. Sus ojos de un fantástico y cautivador verde me observaron, un poco desconcertados y brillantes de sueño. Inmediatamente me sonrió y sin decir una sola palabra entendí lo dichosa que se sentía en ese momento.

— Buenos días, Len.

— Buenos días, Girasol. — Dijo con voz rasposa.

Sonreí al oír mi apodo, como si fuera la primera vez. Cada vez que me llama de aquella manera hay una chispa peculiar en sus ojos, tan profundos y sinceros. Me acurruqué en su pecho ocultando mi felicidad inexplicable y me dejé llevar por sus suaves caricias en mi espalda.

— Qué haces despierta tan temprano.

— Me gusta verte dormir.

— Hum.

— ¿Todavía tienes sueño?

— Demasiado.

— ¿No harás ejercicio, Len?

— Tal vez mas tarde, después de volver de la oficina.

Me incorporé con brusquedad, viéndola con el ceño fruncido. Se supone que no iría al trabajo en estos tres días y se supone que yo debo pedir permiso para poder ir. Lo cual significa que sí iremos a trabajar, aun así, digo lo que pienso.

— Dijiste que te tomarías estos días de descanso y te dedicarías solo a mí.

— Y eso haré, solo tengo que ir a aclarar y hablar de algunos asuntos con una socia muy importante, de esta manera me aseguro que todo nuestro tiempo esté libre.

— ¿Quién es esa socia?

— Tú jefa.

— Oh.

Siento una ligera vergüenza y sin poder evitarlo siento un ligero endurecimiento en mis pezones, ella sonríe al ver mi reacción, pero no hace ningún comentario de ello. No sé lo que piensa ni sé que trama, pero es seguro que lo disfruta; hay un pequeño atisbo de oscuridad en sus ojos, pero también esa chispa brillante que analiza cada detalle. Repentinamente soy más consciente del olor a sexo que ambas despedimos, como un recordatorio de todo lo que hicimos ayer. Sonrío para mí misma y las tinieblas de mi mente se disipan, es claro que no tengo duda sobre nosotras; es solo una espina de incertidumbre, no sobre nuestra relación, sino de los problemas que hemos enfrentado con respecto a nuestras prácticas y juegos.

Erótico supercorp Where stories live. Discover now