Estamos en la biblioteca, Lena leé un libro y yo estoy acostada en su regazo. Como Siempre que quiero algo solo basta con suspirar...
- Qué pasó?
- Nada
Vuelvo a suspirar, deja su libro para verme.
- Qué pasó?
Solo basta decir una palabra y ella sabrá exactamente lo que busco, pero ya se que me hará rogar y decírselo.
- Quiero jugar.
- Humm a que quieres jugar?
- Siempre haces lo mismo.
- Cierto, hoy no lo haré.
OK, de todos los posibles escenarios no esperaba esa respuesta, ahora no se que me pueda pedir. Está siendo impredecible. Mi cuerpo reacciona con excitación y anticipación.
- Quítate la ropa.
- Tu te quitaras la tuya?
- No, quítate la ropa y no hables a menos que me dirija a ti.
Yo seguiré leyendo.
- Pero por qué?
- Te dije que no hablaras Kara.
Mi respiración se acelera y se que me castigará por eso, no sé si será ahora o después, pero logra aumentar mi libido. Bajo mi rostro y comienzo a desvestirme con apuro. Aún no está leyendo, su mirada está pendiente de mis acciones, aprieto los muslos como acto reflejo, el aire de la tarde eriza mi piel y la sensibiliza
- los sensores están activados?
- Sí.
- Veo que ya estabas preparada.
- Sí.
- No harás nada que yo no ordené, entendiste?
- Si Lena.
- Palabra de seguridad?
- Verde.
- Humm perfecto.
- Trae un vibrador a control, un dildo, pinzas para pezones, 2 cuerdas, unas esposas y mi strap-on.
Por Rao. Aún no hemos empezado y ya me estoy mojando, qué plan maquiavélico ronda por su mente, veo sus ojos, están oscurecido por el deseo, no entiendo cómo hace para controlarse.
- Aun esta el servicio de la casa, pueden verme.
- Entonces intenta que no lo hagan. Ve rápido.
Mis nervios están a mil, voy corriendo a nuestra habitación, completamente desnuda, mis pasos resuenan en el pulcro suelo, la estancia está vacía solo mi reflejo me acompaña de mejillas sonrojadas y ojos oscuros, ya no muestran su azul característico, llegó y sacó lo necesario, regreso de igual manera corriendo a la biblioteca, la encuentro acostada aún leyendo, al oírme entrar solo me ordena que le quite los zapatos.
Dejó los objetos para este juego y me dedico a la tarea encomendada, sus pies blancos casi transparentes, marcan sus verdes venas, beso sus pies con adoración, y ríe por la acción, sus pies un punto erógeno para ella.
Cuando termino me jala a su cuerpo y me besa lento y largo, gimo en aquel beso, me encuentro arrodillada entre sus piernas mientras ella está sentada como dueña y gobernante del mundo.
-Siéntate en ese sillón y abre tus piernas para que pueda verte.
Me sonrojo, pero igual lo hago.
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Erótico supercorp
FanfictionRelatos eróticos. Con contenido BDSM, dominación y sumisión. Si no te gustan estos temas abstente de entrar y leerlos.