Posesiva Parte III

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Estaba cansada como nunca, agotada de las horas bien invertidas, fue un baño demasiado rápido, pero no podía apartar la vista de ella, observándola a través del espejo, tenía mis dedos marcados por la espalda,sonreí con ligereza al verlos, andaba desnuda por el cuarto. Acaso me estaba provocando. 

El pensamiento me hizo sonreír y morderme los labios, mi humor había cambiado, ella lo había cambiado, llevaba largo rato observando su ropa, tal vez no sabía que usar. 

-Humm, pensaba usar vestido. Pero ya no es una opción. 

-Por qué? 

-Kara me estas viendo la espalda, la respuesta es obvia. 

-Perdón. 

Pero puedes ir en traje. 

-Quería usar mi vestido negro. 

Supongo que usaré el traje negro. 

Mordí mis labios y cerré los ojos sin poder evitarlo, me fascinaba su traje negro, la vi girarse y observarme, lo hacía con adoración. Fui osada con mi pregunta, esperaba que se acercara y me besara, podía estar cansada, pero no podía evitar desearla. 

-Te gusta lo que ves? 

-Si, me gusta mucho. 

Se acercó para morder mi hombro, arrastró su manos por mi abdomen, acariciando con lentitud mi piel, mi respiración se aceleró y por instinto me pegue más a su cuerpo. Detuvo sus manos por debajo de mis senos, era silencio total, se podía sentir la tensión, el deseo y algo más, algo que no dijo, algo que la hizo sonreír, podía sentir su sonrisa sobre mi piel, se alejo de mi cuerpo dejándome con la duda, sabía a la perfección que tenía una idea, una idea que seguramente usaría para seguir su castigo, la incertidumbre era saber que podía pensar, idear o hacer, mi cuerpo actuó como ya era costumbre en estas situaciones, se mantuvo en estado de alerta y espectante a lo que pudiera ordenar o decir. 

-Busca un vestido lindo, cualquier color ira bien con el traje negro. 

Tente mi suerte para saber o darme una idea de lo que tenía planeado, solo bastaba una pregunta, algo sutil y sabría un poco sobre su humor. 

-Pensaba ir con un traje a juego. 

Volvió su vista sobre mi y me sonrió, la clase de sonrisa que sabes que lo que te está diciendo no es para cuestionar, o es un juego, es la sonrisa de un amo que espera que entiendas tu posición. 

Yo sabía que esto seguiría, y mi mente no se decíadia si le gustaba o le fastidiaba. Porque la reacción de mi cuerpo traidor decía que le encantaba la idea, el ligero temblor que surgió desde mi vientre recorrió mi cuerpo entero con anticipación, sus ojos aún me analizaban, mis pezones empezaron a endurecerse, una parte de mi cerebro intentó culpar al frío, la otra sabía a la perfección que era el deseo. 

Una parte gritaba que estaba demasiado cansada para seguir y la otra gritaba que podía seguir y quería complacerla. 

-Quieres ir de traje? 

Tal vez fue demasiado el silencio, o que me quede sumida en mis pensamientos mientras la observaba, ni siquiera me di cuenta cuando se puso bragas, hermosas bragas de encaje negro. Trague duro mientras mi lengua humedecía mis labios. 

-Iré con lo que digas Lena. 

-Humm, no soy tu dueña para decirte que usar, puedes usar y vestir como quieras. 

Que respuesta tan inusual, que clase de juego mental era ese, tal vez vio la duda y decidío ceder y darme mi espacio, típico de ella, fue lo único que necesite para poder dejar las dudas de lado, ella no rebasaria ningún límite, ni siquiera el del cansancio, sabría mediar todo. Incline mi balanza por el deseo y las ganas de seguir  su juego, después de todo soporte tres días de tormento. 

Erótico supercorp Donde viven las historias. Descúbrelo ahora