Capítulo VII: Porque así es la vida

1.5K 153 151
                                    

—Fue surreal —Carlos le hablaba a Lando con una enorme sonrisa decorando su rostro —. No pensé que sucedería.

—Pero sucedió —le dijo el británico, sintiéndose feliz por él, pues había estado junto a Carlos desde que su enamoramiento por Charles inició.

El español asintió sonriente, mientras acomodaba su cabello el cual se movía por la fresca brisa que chocaba contra su piel. Llevaba hablando con Lando por más de una hora, contándole detalladamente todo lo que había sucedido con Charles en el receso de verano: el viaje que hicieron, aquella caminata en la playa y lo que pasó después de eso.

Aunque habían pasado un par de semanas, Sainz seguía sintiendo la misma emoción, los sentimientos continuaban avivados y ni hablar de lo enamorado que se sentía. Se encontraba levitando, estaba recostado sobre una nube de amor que parecía que nunca se esfumaría.

— ¿Por qué tienes esa cara de loco? Tienes la sonrisa del gato de Cheshire, qué miedo —Checo Pérez se unió a los dos hombros, sentándose en una de las sillas vacías que los rodeaba, aún faltaban varias horas para que las prácticas libres iniciasen, así que la mayoría de pilotos se encontraban esparcidos por todo el paddock, ya sea, grabando comerciales, asistiendo a los patrocinadores de sus equipos o simplemente existiendo, cosa que estos tres hacían.

Lando Norris se rio a carcajadas del comentario emitido por el mexicano y asintió de manera efusiva.

—Tienes razón, Checo.

Carlos repentinamente frunció el ceño y miró a los dos pilotos que lo acompañaban fingiendo indignación.

—Mi sonrisa es linda, sé que me tienes envidia —le dijo a Sergio, haciéndolo reír.

—Ya quisieras —contestó el piloto de Red Bull negando con lentitud —. ¿Por qué sonríes tanto?

—Porque así es la vida.

—Porque ya se le confesó a Charles —intervino el británico, robándose la atención de Checo por completo y recibiendo un golpe por parte de Carlos.

— ¿Qué? ¿En qué momento? —Sergio lucía extremadamente sorprendido, esa sí que no la veía venir —. ¿Cómo que ya le dijiste? Si hace menos de un mes estabas lloriqueando, diciendo que nunca lo ibas a hacer porque "dañarías" su amistad.

—Lo mismo le dije —lo secundó Norris, riéndose.

—Porque así es la vida —dijo Carlos tras un breve periodo de segundos.

El piloto de Ferrari recibió una patada por lo bajo, por parte de Sergio, quien chocó la punta de su zapato contra el tobillo contrario.

—Déjate de tonterías y cuenta, Carlos —frunció el ceño y movió un poco su silla hacia delante, acercándose por completo al español.

Lando solo se rio de la escena y palmeó a Carlos por la espalda, como animándolo para que le contara todo a Sergio.

—Estuvimos juntos durante el receso de verano...

—Sí vi las fotos, cuando me dijiste que le ibas a decir para viajar juntos, pensé que no lo decías en serio pero me sorprendiste —lo interrumpió Checo.

—Ya, lo llevé a casa de mis padres y le enseñé Madrid —de nuevo habló el de Ferrari —. Después de pasar unos días ahí, viajamos juntos de manera improvisada a varias ciudades más, hasta que terminamos en la playa. Hubo una noche en la que salimos a caminar porque teníamos esa costumbre, se los juro, Charles lucía tan hermoso ese día que yo sentía que mi corazón se desvanecía y...

—Qué gay —Checo codeó a Lando, haciéndolo reír a carcajadas.

Carlos únicamente los miró de mala manera.

Lucky Where stories live. Discover now