Capítulo X: Contra el mundo

1.3K 143 94
                                    

Extrañamente desde las prácticas libres, el circuito de Monza estaba lleno de figuras públicas o famosos, no es algo habitual que al menos en este lugar llegue mucha gente, pero los pilotos ya estaban acostumbrados a eso. A ese tipo de extravaganza debido al deporte que practican.

En el garage de Ferrari había mucho revuelo, lo que llevó a Carlos a deducir que quizás una persona se encontraba visitándolo, todos estaban moviéndose de un lado a otro, organizando algunas cosas e incluso sus posiciones dentro de las cuatro paredes que los rodeaban. De hecho, sus ideas se confirmaron cuando recibió un llamado en el que le informaban que debía dirigirse hacia dónde se encontraba su monoplaza.

Dejó de hacer lo que estaba haciendo, que era hablar con Checo por mensaje de texto sobre algo que el mexicano le contaba sobre uno de los pilotos de Mercedes y se puso de pie, mientras guardaba su celular. Caminó a paso lento, mientras se acomodaba la gorra de la escudería y las mechas rebeldes de cabello que se salían, logrando visualizar, a los pocos segundos, a Charles junto a una persona.

Al piloto monegasco solo le faltaba empezar a temblar para demostrar lo incómodo que se encontraba ante aquella nueva presencia, pero, el excesivo movimiento de sus manos junto al movimiento tambaleante que tenía su cuerpo, eran clara prueba de que se encontraba ansioso.

Y Carlos lo sabía muy bien.

Casi ni hablaba con el hombre que tenía a su lado, cosa que se le hizo aún más extraña y, cuando notó la reacción que tuvo cuando el visitante intentó tocar su hombre. Supo que había algo mal ahí.

Desde la distancia pudo percibir que el ambiente era extremadamente denso e incómodo, pero al parecer nadie más se dio cuenta, a excepción de él mismo.

Estando lo suficientemente cerca, se acercó hacia el visitante, mientras lo miraba de forma expectante. Le sonrió e intentó poner la expresión más amigable posible, ante su presencia, mientras estiraba su mano.

—Theo Hernández —le dijo el hombre, con un tono de voz grueso, saludándolo de vuelta.

Apenas escuchó su nombre, algo hizo click en su cerebro. Conectó sucesos y se dio cuenta del motivo por el cual Charles se portaba de esa manera, también la clara explicación a la incomodidad que los envolvía en ese preciso momento.

Inconscientemente se rio frente al hombre que apenas le había dicho su nombre.

—De la selección francesa, ¿No? —Theo asintió en respuesta —. ¿Cómo van los preparativos para el mundial?

Pudo darse cuenta que los ojos de Charles lo miraban de manera expectante, el monegasco no decía nada y hasta cierto punto parecía invisible, pero era debido a la evidente ansiedad que sentía; ver a Charles actuar en ese momento, fue lo que le confirmó un par de cosas que creía, la primera, que ese era el ex futbolista de Charles y la segunda, que de verdad habían terminado muy mal.

Leclerc es demasiado expresivo con las cosas, así que no dudó ni un segundo de los gestos y miradas que el monegasco le dirigía al otro hombre. No obstante, ese caso en particular se sentía diferente, ver el rostro pálido de su compañero de escudería y la manera en la que sus ojos lucían como dos esferas apagadas, le generó ganas de hacer algo para que su Charles no siguiera sintiéndose así.

—Todos estamos esforzándonos un montón, queremos llevar de nuevo la copa del mundo a casa, así que le ponemos empeño —contestó el francés presente entre ambos.

—Eso, si es que pasan a las semis o si España los deja —dijo en plan de broma, sin dejar de mirarlo, haciendo reír al futbolista.

—Eso hay que verlo.

Lucky Where stories live. Discover now