TODO UN REY

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Encantador volvió por la cajita medieval de Arturo y las dos espadas cortas que recibió y salió tras él, los caballos estaban afuera, Arturo se alejaba caminando, solo movió la cabeza molesto mientras montaba su caballo y sostenia las riendas de Betsy

- Déjame en paz - Grito Arturo antes de que Encantador le hablara - Quiero estar solo -

- No puedo volver solo, pensarán que escape - Respondió molesto - Entiendo que te sientas mal, pero es tu culpa por salir sin corona -

- Aún con la corona no me creerían - Arturo se detuvo y soltó un suspiro mientras miraba el cielo - No se que es lo que estoy haciendo, realmente no sirvió para esto -

Encantador suspiro fastidiado, bajo del caballo y se acercó a Arturo

- Odio tener que decirte esto, pero la verdad es que ser rey es difícil, al menos al principio, para todos - Arturo lo miro desconcertado - Incluso yo tendría problemas y eso que he sido educado desde siempre para ser rey -

- ¿Estás intentando consolarme? -

- Cuando trabajaba en el teatro, todos se burlaban de mi papel - Hablo mientras miraba un escenario en su mente - mi interpretación era perfecta, ellos se reían de mi, por no ser rey -

Se hizo el silencio, Arturo sintió el impulso de abrazar al hombre de aspecto solitario, pero se contuvo al recordar cómo siempre se sobreponía a la situación

- No existe el rey perfecto, no es como que seas Arturo Pendragon, el rey perfecto tanto en la paz como en la guerra, hombre heroico y líder absoluto de....... ¿Que pasa?¿Por qué me miras así? -

- Soy Arturo Pendragon - Declaro Arturo

- No, tu no eres Arturo Pendragon - Afirmó Encantador - Tu no puedes ser Arturo Pendragon, creci leyendo sus historias sobre sus actos heroicos, admirando cómo fue un rey perfecto, no puedes ser tú -

- Por supuesto que lo soy, ¿Por qué lo dudas? -

- Arturo Pendragon es el rey ideal, que nació para gobernar sobre nobles y plebeyos, un héroe valiente y feroz y tú, tú - Encantador sostenía a Arturo por los hombros mientras lo miraba fijamente dudando de su aspecto y afirmando la verdad que conocía - ¿Tú conoces tu cuento? -

- ¿Cuál cuento? - Pregunto Arturo confundido por el ataque de histeria de Encantador

- Es eso - Dijo Encantador emocionado mientras miraba a Arturo con ojos brillantes - No conoces tu propio cuento, cuando lo conozcas sabrás de todo lo que eres capaz y podrás gobernar sobre todo -

Arturo estaba pasmado, no por las palabras de Encantador, sino por la forma en que sus intensos ojos azules lo miraban llenos de confianza ciega en una grandeza que ni él mismo sabía que podía tener

- En la oficina de mi madre hay una copia del cuento de todos, hoy ya es tarde, pero si adelantas deberes podrías tomar un día libre completo y entonces te llevaré para que leas tu cuento -

- Y ¿Si leo mi cuento sabré que estoy destinado a más? -

- Si, verás que tu destino es estar cubierto de gloria -

Ambos regresaron al castillo de un humor completamente diferente al que tenían cuando salieron, especialmente Encantador que estaba radiante por haber encontrado al héroe se su infancia

Bañado por la luz del sol, Encantador parecía sagrado, al menos así lo creía Arturo que era incapaz de concentrase en lo que lo que le decía, porque su cabeza estaba completamente llena de su aspecto

- Sostén la espada así - Le mostraba Encantador mientras sostenía su propia espada - Ya que siempre han dado armas con la cajita medieval feliz, se usarlas desde hace mucho -

- Párate con las piernas más abiertas - Decía mientras empujaba con el pie los pies de Arturo para separarlos - Cuando muevas la espada no abaniques, debes de hacer un movimiento recto o tu cuerpo se moverá con la espada -

- ¿Qué pasa? - Pregunto repentinamente Arturo al notar que Encantador lo miraba con duda - ¿Tengo algo? -

- Eres más alto, creo que de hecho eres ligeramente más alto que yo, ¿Qué es lo que te están dando de comer? -

- No lo sé, quizá sea porque puedo comer tranquilo sin nadie que me arroje cosas o por qué puedo dormir en paz -

- Si quieres, puedes vengarte por todas las cosas malas que te hicieron, después de todo eres rey y algún día serás el héroe más grande de todos -

Al final de su discurso, Encantador mostró una sonrisa radiante capaz de eclipsar al mismo sol, Arturo estaba conmovido, sus palabras se sentian como un abrigo en invierno, entonces acaricio ligeramente su mejilla

- ¿Qué pasa? - Pregunto Encantador confundido, sin apartarlo

- Eres realmente hermoso -

- Por supuesto, yo .....

Encantador no pudo terminar su frase de que era el hombre más atractivo de todo el reino, porque Arturo deslizó su mano hasta su nuca y lo besó

Al principio solo rozo sus labios, eran tan suaves como pensó que serían, esa infinita suavidad lo llevo a morderlos, eran dulces de un modo embriagador, completamente intoxicado deslizó la lengua en el interior de su boca en un intento de saciar la sed que sentía

Encantador solo se aferró a su ropa por la sorpresa, el breve espacio entre ellos era incómodo, por lo que Arturo termino frotando sus caderas a las suyas mientras continuaba besándolo desesperadamente, sus manos lo recorrían con codicia, podía sentir su calor corporal elevándose bajo su ropa, cuando Encantador apenas respiraba, empezó a besarlo en el cuello

- ¿Quieres que me detenga? -

Pregunto mientras lo besaba en la oreja, solo movió la cabeza negando, de pronto sintió una bienvenida firmeza en su endurecido miembro

- Quiero más -

Respondió Encantador con voz sofocada, mirándolo con ojos llorosos

Arturo despertó sobresaltado, los golpes en la puerta de su oficina lo habían traído de regreso a la realidad, por la impresión se movió bruscamente y cayó de su silla

- Su majestad, ¿Se encuentra bien? - Se escuchó desde afuera - ¿Qué fue ese ruido? -

- Estoy bien, no es nada - Alcanzo a decir Arturo después de pasar saliva, no solo en su sueño le apretaban los pantalones, una fina capa de sudor frío lo recorría por la vergüenza - Me cai de la silla -

- ¿Puedo pasar para ayudarlo?, ¿Quiere que llame un médico? -

- No, no es necesario, puedes retirarte, en un rato puedes traerme la cena -

- Me retiro, su majestad -

Arturo se dejó caer completamente en el suelo, intento pensar en cosas serias para calmarse sin lograrlo, cuando la ereccion se volvió dolorosa abrió sus pantalones para desahogarse, no podía pensar en nada que lo ayudará y solo tocarse dolía, pensó brevemente en el extraño sueño que había tenido y entonces se corrió

De inmediato lo invadió la culpa, no podía entender como era posible que Encantador solo con palabras le hubiera provocado algo que ni Guinevere provocaba






LO QUE LE FALTA AL REY (Arturo x Encantador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora