LO QUE LE FALTA AL REY (Arturo x Encantador)

EN ALGUN SITIO HAY ALGUIEN QUE ME VE DESDE AHÍ

Al amanecer, Encantador y Arturo empezaron a bajar a través de la pendiente, a pesar de que Encantador podia bajar solo, Arturo avanzaba al frente ofreciendo su mano como soporte, por alguna razón en vez de negarse, Encantador se dejó apoyar, cuando estuvieron abajo, Arturo miro la playa sombría con aspecto solitario

— Por alguna razón la palabra playa no me hace pensar en un lugar así —

— ¿Entonces que piensas cuando escuchas la palabra playa? —

Encantador pregunto con indiferencia mientras miraba a todos lados esperando encontrar una pista de dónde estaba la dama del lago en esa basta playa vacía

— No se, sol, arena, se que también los hay aquí, pero todo se ve gris —

— Lo más seguro es que tenga este aspecto lúgubre por el Kraken, ¿Quién sería feliz viviendo cerca de un calamar gigante devora barcos? —

— Supongo que tienes razón, aún asi no se ve que pueda haber alguien viviendo por aquí —

Ambos empezaron a caminar buscando indicios del paradero de la dama del lago, mientras se acercaban a la orilla vieron una amplia cantidad de letreros anunciando que el Kraken vivía en esas aguas y no debían acercarse

— Parece que alguien se preocupa por la gente de por aquí — señaló Arturo a los toscos letreros garabateados — al menos pusieron avisos sobre el Kraken, ojalá hubiera algunos de la dama del lago —

— Sueñas si crees que tendrá un letrero brillante anunciando su dirección — Replicó Encantador mientras intentaba mirar al cielo gris — ni siquiera hay aves por aquí para pedir indicaciones —

— ¿Qué tal si entramos al agua?, puede que este dentro o escondida en alguna especie de burbuja —

— Suena creíble, eso sí el Kraken no nos devora —

Arturo se quitó las botas para meterse al agua, en realidad solo quería refrescarse, apenas estaba poniendo un pie dentro del agua cuando una mujer transparente, de vestido blanco con gafas de sol y un sombrero de paja apareció

— No, no, no, ¿Qué están haciendo, par de zoquetes?, No se pueden meter a mi agua — grito mientras intentaba tirar de Arturo para que no se metiera —  awwgggg,  vivo en las aguas del Kraken, pongo letreros, soy un fantasma milenario, ¿Qué necesito hacer para conservar mi privacidad? —

— ¿Dama del lago? — pregunto educadamente Encantador mientras la mujer aún intentaba tirar del brazo de Arturo — ¿Es usted? —

— Si, ¿Por qué? — Replicó de mala gana

— Hemos emprendido un largo viaje solo para conocerla madame, nosotros...

— Ahórrate el discurso, no te creo — lo interrumpió —  ya no tengo a Excalibur  así que fuchi, largo de aquí, ushcale —

— Eso no puede ser verdad — Replicó Encantador mientras la dama del lago aún hacía señas con la mano para ahuyentarlos como si fueran aves — Usted cuida de esa espada y la repara cuando se rompe —

— Yo soy Arturo Pendragon, el legítimo dueño — intervino Arturo pensando en que  la negaba para evitar problemas — vine por Excalibur —

La dama del lago se acercó a mirar a Arturo, se bajó las gafas de sol y lo rodeo descaradamente mientras lo miraba de arriba a abajo

— Se ve que hallaste tu solo tu camino, felicidades — dijo mientras le daba unas palmaditas — sigue así, no necesitas a Excalibur, ahora ya vete —

— ¿Qué le pasó a la espada? — pregunto Arturo casi con miedo, pensando en quien se la había llevado antes que él — ¿Se rompió o alguien más se la llevó? —