𝟶𝟾

3K 381 120
                                    

memories.

─Pero ¡¿Por qué chingados tiene que ser con él!? ──Roier seguía sin poder hacerlo cambiar de opinión sobre Quackity.

Llevaban minutos discutiendo, después de la advertencia del alfa, Roier simplemente le había pateado los testículos para que lo soltara y se alejará, había temido por su vida algunos segundos, pero al notar al alfa carcajearse e ignorar el dolor, había vuelto a respirar con tranquilidad.

Spreen resultaba ser alguien muy extraño en ocasiones. Sin embargo, el tema no había pasado a segundo plano en ningún momento. Roier trataba como podía de hacerle cambiar de parecer, de manipularlo o tratar de que se interesará en alguien más. Y no porque estuviera celoso porque el interés del alfa fuera Quackity, sino porque quería proteger al omega de él precisamente.

Después de todo, él ya había tenido una relación con el alfa en un pasado y lo conocía como la palma de su mano, no podía esperar que fuera más gentil con su querido patito ni mucho menos podía permitir que lo lastimara. Mucho menos que jugará con sus sentimientos y le rompiera el corazón.

Aunque tampoco podía defenderlo mucho, conocía a Quackity por igual, no podía decir que era un angelito ni mucho menos un pan de Dios.

El omega era alguien muy coqueto con gente de confianza y cuando estaba de buen humor, bromeando y haciendo chistes insinuantes, por supuesto que entendería si quisiera tener una aventura con Spreen. Pero también conocía ese lado de Quackity con miedo al abandono y que dependía emocionalmente de cualquiera que le diera un poco de atención. Era como un gatito en busca de atención.

──Ya basta, Roier, ándate a tu restaurant de mierda y hacé tus putos tacos, deja de romperme las bolas. Ya te dije que Quackity llamo mi atención y vos sabés que para que salga de mi mente va a estar jodido. No voy a parar de acercarme hasta que lo tenga abajo de mí pidiendo más como una puta. ──las palabras obscenas que salían de los labios finos y rosados de Spreen le hacían sentir repudiado, sobre todo por la forma en que quería al omega.

──Primero, no es un restaurant de mierda, pinche estúpido, tú mismo has llevado a tu familia a comer ahí y segundo, no me gusta la forma tan asquerosa que tienes para referirte a lo que quieres, no sabiendo que se trata de Quackity. ──suelta con asco aún recargado sobre el barandal, con una mueca de claro disgusto.

Spreen rueda los ojos y con una sonrisa socarrona se acerca de manera peligrosa hasta él, de nuevo.

── ¿Por qué tanto problema en que no me acerque a Quackity? ¿Tenés celos? ──desvía la vista ante la cercanía del mayor, mirando al cielo azul con nubes blancas, como si fueran bolas de algodón.

──No, ya te dije que no, no son celos, simplemente no quiero que le hagas daño ──, pausa tomando aire. ── Quackity es muy bonito y entiendo que llame tu atención, pero es alguien con un corazón muy frágil y sé que tú no eres el más empático de mundo, por eso me da miedo que te acerques a él y lo lastimes. Él ya sufrió la muerte de su hija y que tú vayas con la única idea de cogertelo, me llena de rabia porque sé que lo dejarás llorando como lo hiciste conmigo en un pasado no muy lejano. ──se permite ser sincero.

Los labios de Spreen se medió abren, como si quisiera decir algo, pero nada sale.

── Pensé que ya lo habías superado.

── Lo hice. ──pausa. ── Pero me imagino como acabará él, porque en él me veré reflejado cuando llegué a mi casa llorando porque de repente decidiste no darle más atención y contrario a mí, él puede caer en una depresión que puede afectarle de manera grave. Y no estoy preparado para perder a alguien más, Spreen. Entiéndeme.

── ¿Por qué lo haces todo tan dramático? No es como si fuera a hacerle mierda la mente, boludo, solo quiero garchar con él, nada más. ──se defiende ya harto de tanto drama.

Roier siempre había sido muy bueno para meterle dramatización a absolutamente todo y eso le molestaba.

── Solo digo. ──se excusa. ── Más bien, te informó que Ramón se ha apegado mucho a Quackity y si te atreves a hacerle daño, al menos el suficiente como para que el patito dejé de dar clases, quien va a resentir eso será tu hijo. El mío también, por supuesto, pero Bobby a tí no te importa. ──termina de decir antes de caminar con destino a las escaleras, con intención de retirarse, pero para en seco, recordando algo. ── Y por favor, si llegas a quedar en un acuerdo con él para coger, evita involucrarlo en tus negocios sucios. Quackity puede parecer alguien muy dulce y delicado, pero créeme que se desconoce completamente cuando le das algo de alcohol y le sueltas las cartas. ──avisa ágilmente, comenzando a descender.

── Estúpido. ──murmura quedito Spreen ante la información. No había forma más estúpida de arruinarle el día.

── ¿Qué dijiste? ──la voz molesta de Roier se escucha de nuevo, sacándole un ligero susto que logra disimular arrugando la frente y haciendo una mueca.

── Nada.

Emite un sonido mudó. ──Olvidaba decirte algo, el celo de Quackity llega en estos días. Quizás no estoy de acuerdo con la idea de que te acerques a él, pero reconozco que no podré cuidarlo, así que tal vez esa puede ser tu entrada para que hagas lo que sea que vayas a hacer con él. ──informa de manera vaga, sintiéndose estúpido al haberse contradicho. ──Solo te pido que lo cuides y que no le prometas el cielo, si no vas a ser capaz de dárselo, sé prudente. ──amenaza esta vez dispuesto a irse.

Spreen resopla fastidiado y se deja caer en una de las tantas sillas de la terraza. Odiaba con todo su ser sentirse amenazado por alguien tan inferior como Roier, pero por más que quisiera, no podía hacerle daño por los años de buenos recuerdos que guardaba y la buena amistad que hasta el momento guardaban. No era una de los mejores amigos, pero a fin de cuentas eran amigos, lejanos.









amigo estoy con todo hoy, si no me cago de sueño escribo el siguiente cap. denme ánimos plis, ya me duelen los ojos. 😭

unfaithful. ㅤ© spkity. ㅤ Where stories live. Discover now