unfaithful. ㅤ© spkity. ㅤ

𝟷𝟽

Luego de haberlo dejado en su habitación volvió a la sala para recoger el bowl casi vacío que habían dejado y la botella vacía de jugó, acomodando los cojines del sillón al haberlos botado al piso para mayor comodidad y apagar la tv al no estar mirando.

Toc, toc, toc.

A paso relajado y arrastrado camino hasta la puerta, eran las 8:10 pm, todavía era temprano así que podía suponer podría tratarse de alguna visita al menor. Llevó una mano a sus cabellos ligeramente despeinados y los acomodó un poco antes de tomar el pomo de la puerta, abriéndola para asomarse con el rostro neutro. El rostro sorprendido de Roier le recibió.

── ¿Qué hacés acá? ──la pregunta salió por si sola de sus labios. Su ceño se frunció levemente y terminó de abrir la puerta antes de cruzar los brazos en su pecho.

Los tartamudeos del beta de cabellos ébano no tardaron en hacerse escuchar.

── Ah, pues, este, vengo a ver a Quackity, ¿está? ¿o ya lo dejaste agotado con un cogidón así como ayer? ──trata de burlarse, aunque realmente no le causa gracia.

Un gruñido molesto sale de sus labios ante la mala broma: ── No, hoy no le hice nada, se terminó durmiendo después de ver una película hace un rato. ¿Vas a pasar o te vas a quedar como estúpido ahí afuera? ──una sonrisa burlona se forma en sus labios al notar el ceño fruncido del beta.

── Eres un pendejo, deberás que contigo no se puede. No confío en que no le hayas hecho nada, te conozco. ──reprocha rápidamente Roier dando varios pasos hasta quedar frente a frente con los labios formando una línea recta.

Rueda los ojos fastidiado y se aleja dando media vuelta antes de caminar hasta la cocina para buscar un vaso de agua, puede escuchar los pasos apresurados de Roier por el pasillo, perdiéndose poco a poco. No le toma importancia y toma un vaso de vidrio, sirviéndose agua fresca.

Los pasos de Roier vuelven a hacerse presentes, esta vez siendo más tranquilos y arrastrados. Con una sonrisa victoriosa lleva el vaso de agua hasta sus labios, dando un trago, sintiendo el agua fría viajar por su garganta.

Roier se hace presente en la cocina con un rostro más relajado: ── Te dije que no lo había tocado, solamente está durmiendo después de una tarde de películas. ──informa al terminar de tragar el agua, dejando el vaso medio lleno en la isla de la cocina, sentándose en una de las sillas altas de por ahí.

── Tenía que asegurarme, no confío en tu palabra. ──murmura Roier suspirando con cansancio, sentándose también en una de las sillas frente a él.

── Te pregunto otra vez, ¿qué hacés acá? ──su voz suena más ronca esta vez, observándole con detenimiento, tomando el vaso en su mano, meciéndolo.

── Venía a ver si Quackity necesitaba algo después de que lo dejarás con dolor de caderas y prepararle algo para que cenará, suele ser más perezoso y caprichoso cuando está en celo, es como un niño chiquito. ──suelta tranquilo sosteniéndole la mirada con una media sonrisa al recordar lo especial que se volvía el menor en ese estado.

── Mmh, ¿y qué le gusta? Porque no ha cenado y es probable que despierte en un rato si le da hambre. ──curioso ante el dato decide preguntar para prepararse, si resultaba ser cierto Quackity sería más específico con sus gustos y lo que desearía cenar.

── Pues hay muchas cosas que le gustan. ¿Pero para qué quieres saber? ¿Le vas a cocinar algo si se despierta con hambre? ──la pregunta le hace arquear una ceja.

── Y si, obvio, si no, ¿Qué hago? ¿Decirle que se vaya a dormir de nuevo o qué? Tampoco soy tan hijo de puta como para dejarlo hambriento. Además, su omega se sentiría mal por no consentirlo y no quiero ni imaginar cómo se podría si pasará. ──siquiera pensarlo lo hacía sentir ansioso y frustrado.