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Luego de esa noche y esa mañana, Leandro siguió apareciendo por la casa de Alexia

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Luego de esa noche y esa mañana, Leandro siguió apareciendo por la casa de Alexia. Al principio fue todo un pretexto nuevamente para ir a buscar el buzo que siempre al final se terminaba olvidando, pero con el tiempo ya no había manera de fingir que les gustaba pasar tiempo juntos. De la forma que sea.

Aunque la relación empezó siendo algo puramente carnal, con el tiempo la estadía del hombre en la casa se empezó a alargar. Ya no era raro para Félix encontrarlo en el desayunador cuando llegaba por la mañana o presente en el estudio cuando estaban trabajando.

Estaba felíz por su amiga, creía que se merecía lo mejor y lamentablemente sus conquistas anteriores no habían sido las mejores, asi que tener un tipo como Leandro presente, le iba a traer buenos momentos. 

De que había cambiado a Alexia estaba en lo cierto, se reflejaba en las canciones que escribía, en cuales vendía a otros artistas y cuales se quedaba ella para publicar. Aunque fué fiel a su idea inicial, agregó un par de cambios a su nuevo album que la tenía trabajando sin parar.

Ale, ¿No te parece que es hora de ir a dormir?- le dice un cansado Leandro cuando entra al estudio a la 1 de la madrugada.

Lean ¿Qué hacés despierto?- estaba sorprendida de verlo todavía ahi, no eran muchas las veces que solo se quedaba a dormir, y dado el estado del futbolista y que mañana entrenaba, se imaginaba que si tocaba una cama, caía rendido.

Te estaba esperando, pero no venís más a la cama.- le responde sobandose los ojos como si de un nene que tuvo una pesadilla se tratara.- Lo que estés haciendo ahora, puede continuar mañana, dale movete.

Podía ponerse a discutir que su creatividad no funciona de esa manera, pero a decir verdad, se estaba dando cuenta de lo cansada que estaba. Sin chistar se levantó de su silla y lo siguió a Leandro que la tenía agarrada de la mano.

Ya acostados, Alexia se posiciona con la cabeza en el pecho del jugador, abrazando su cintura con la mano derecha, mientras el le hace mimos en la cabeza.

Lean, no te tenés que quedar despierto mientras yo lo estoy.- se había quedado mal porque sabía que mañana iba a estar cansado.- Te podés ir a dormir tranquilo, yo después vengo.

Es que me di cuenta que si nadie te manda a la cama, vos le pegas de largo hasta muy tarde.- dice casi en un susurro.- Después mañana te levantás a la misma hora que yo porque viene Félix y la cantidad de café que tomás por día no es nada normal.

A decir verdad, tenía razón.- Bueno, dormite dale.

Ambos sucumbieron tan rápido en su sueño que cuando al otro día sonó la alarma de Leandro, ninguno de ellos sintió que habían descansado más de media hora. Descansados estaban, eso si.

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Amiga, voy a tener que irme temprano hoy, van a venir mis suegros desde Sicilia y tenemos que acomodar la habitación de huespedes.- le infroma Félix mientras estaba terminando de darle unos toques a lo que estaba trabajando.

LOS ANGELES- Leandro ParedesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora