[14] Despedida con aroma a rosas

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Mi tiempo en el Reino Lavanda acabó tan rápido como inicio el festival. Debo admitir que me hubiese encantado quedarme por más tiempo, nunca imaginé que sería tan divertido estar lejos de casa, extrañaba mucho a mi madre y a todos quienes me cuidaron en el castillo de invierno, pero la tristeza era opacada por el brillante atardecer del Reino Lavanda. El castillo parecía de cristal e irradiaba luz por donde fijases la vista, además, las personas eran muy alegres y claro, no debía pasar por alto la amabilidad de sus majestades.

Ellos me trataron como si fuese un integrante más de la familia, no hicieron distinciones y se preocupaban de mí, aunque no pase mucho tiempo con ellos, me gustaba su compañía; por otro lado, Ethan era mayor que yo, por ende tampoco interactúe lo suficiente con él como para llamarlo mi amigo, pero sabía que era él quien dejaba pequeñas notas deseándome un buen día... y sobre el príncipe Christopher, bueno, intente pasar tiempo con él para estudiarlo, si quería cambiar mi destino, debía de cortar el problema de raíz y ese era mi mala relación con él, así que le acompañaba durante las tardes y le veía pintar.

Pasar este tiempo con él, me hizo darme cuenta de que tuve muchos prejuicios sobre cómo era realmente, debo admitir que no era malo, es decir, al pasar tiempo con él jamás pensarías que te llegaría a hacer daño o que intentaría matarte para casarte con tu hermana, sino todo lo contrario, tenía un sentido del humor que te sacaría más de una risa; era un sentimiento agridulce, creado por los recuerdos del pasado y por lo estaba viendo frente a mí, además, me gustaban nuestras pequeñas competencias de pintura. 

—Entonces... ¿Cómo dices que se hace esto? —Christopher sostenía dos lienzos entre sus brazos, no eran demasiado grandes, pero tampoco demasiado pequeños.

—Oh vamos, no es difícil, la idea es intercambiar los lienzos cada tantos minutos y el resto queda a nuestra regard créatif [Mirada creativa]—Él comenzó a reír.

—¿Y acaso tu posees una "mirada creativa"?

—Hey... Te he visto pintar por días, de seguro estoy a la altura de compartir una pintura... pero si no quieres... —Di un suspiro. —Le preguntare a Ethan si quiere jugar conmig...

—¡No es necesario! —Me interrumpió. —Solo estaba bromeando, además, si tanto quieres, puedes acompañarme. —Sonreí satisfecha por el cambio de opinión, el tiempo que pasé junto a los hermanos fue suficiente para descifrar como hacer que Christopher cambiase de opinión, aunque ellos no se llevaban por muchos años había una pequeña rivalidad entre ambos, más por parte del menor.

—Está bien, vamos... —Le mostré una sonrisa y él hizo lo mismo, poco a poco nos estábamos llevando mejor y es que, solo habíamos tenido un mal comienzo, es decir, en este momento yo no sabía nada de Christopher... y sí, es verdad que la Amelie original sufrió mucho a causa de él, pero ya he logrado algunos pequeños cambios, no debo dejarme llevar por prejuicios y suposiciones.

—Amelie, ¿no estas olvidando algo? —Me di media vuelta sin entender.

—Las pinturas... —Murmuré mientras el señalaba la caja de pinturas que estaba sobre un mueble, fui a buscarlas ocultando una risa, era esenciales para pintar y por poco las estaba olvidando.

—¿Vamos al invernadero o al estudio?

—Hay un muy buen clima como para ir al estudio. —Pude verle asentir con la cabeza, así que ambos caminamos en silencio hacia el jardín trasero. El invernadero era uno de los lugares más hermosos del castillo, era como tener un pequeño mundo dentro de una esfera, las flores brillaban y podías ver mariposas volar de un lado a otro.

Segunda Vida Para Amelie [EDITANDO]Where stories live. Discover now