[15] No hay tiempo para ser cercanos

214 46 26
                                    

Tras entrar nuevamente en mi habitación, fui directo al escritorio, debía de terminar aquella lista.

"Como ser la princesa ideal"

-Desarrollo del pensamiento crítico.

-Desarrollo de las artes y la cultura.

-Desarrollo de técnicas de supervivencia y combate.

Antiguamente, Adelaida me superó en todas las materias y destrezas que nos enseñaban los tutores, obtuvo mejores resultados en cualquier evaluación a pesar de su corta edad. A medida que iba pensando en cómo mejorar las tres habilidades básicas para ser una princesa, lo iba transcribiendo en la hoja, poseía algunas ventajas que quizás Amelie no obtuvo en su tiempo: Oliver no se negaría a enseñarme técnicas de combate, quizás no lo necesario para liderar un grupo en batalla, pero lo suficiente para demostrar mi fuerza en alguna competencia; MaryAnn no solo era buena cocinera, irradiaba creatividad y la misma técnica que era necesaria para decorar pasteles, podían implementarse en un lienzo; Jane siempre va un paso más adelante que todos, sabe leer el ambiente y me ha protegido durante este tiempo, confiaba en ella para guiarme y en el peor de los casos, podía acudir a mi padre. El resto podía obtenerlo de los libros y los tutores.

Por otro lado, tener personas de las cuales inspirarme o acudir en busca de ayuda, no significaba que no debía de esforzarme o que todo funcionaría como yo quisiera, además, aún era una niña no podía de la nada estudiar libros complejos. Pedirle a Oliver que me enseñara a usar una espada no debería ser tan complicado.

—Pequeña princesa... —La voz de MaryAnn se escuchó detrás de la puerta luego de tres golpes. —¿Puedo entrar?

—¡Oh, claro! Dame un segundo... —Me levante del escritorio y camine lo más rápido para abrir la puerta.

—Mi princesa, no debía de hacer eso... —Entre sus manos sostenía la bandeja con la merienda de la que había hablado Jane.

—Pero quería hacerlo, antes de merendar, quería saber si sabes donde esta Oliver, hay algo que me gustaría preguntarle. —Ella al entrar dejo la bandeja sobre mi mesa de noche.

—Mmm... creo que esta entrenando en el jardín de atrás, hay un pequeño campo de entrenamiento privado y...

—¡Gracias, MaryAnn! —Salí corriendo para ir a buscarle.

—Princesa Amelie... ¡No debe correr por los...! —Su voz se fue haciendo pequeña mientras yo me alejaba.

No sabia cual fue el origen de aquella descarga de energía, hace unos minutos estaba deprimida por la llegada de mi padre y Rosemary, pero ahora, estaba corriendo por los pasillos como si nada hubiese pasado. Con mi mano derecha me aseguraba de que el medallón de mi madre no se cayese por el rebote, al llegar al primer piso fui directamente al jardín y tal como lo había mencionado MaryAnn, Oliver estaba de espaldas con una espada en su mano izquierda.

—¡Oliver! —Se giro en mi dirección y al verme correr hacia el frunció el ceño.

—¿Princesa? ¿Sucedió algo? —Se escuchaba preocupado, corrió hacia mi encuentro y me examinó con cuidado. —¿No estás herida? ¿Qué te hizo correr de esa forma?

—Yo... no, no estoy herida... solo necesito unos segundos... —Intente regular mi respiración, los niños pequeños teníamos mucha energía, pero la pequeña maratón que hice desde el segundo piso cansaría a cualquier persona. —¡Quiero que me enseñes a usar una espada!

—No. —La voz de mi padre se escuchó detrás de Oliver, por el susto casi había dado un grito, ¿desde cuando estaba el rey ahí?

Segunda Vida Para Amelie [EDITANDO]Where stories live. Discover now