Segunda Vida Para Amelie [EDITANDO]

Prólogo: Yo soy Amelie de Róman

"Yo soy Amelie de Róman, yo soy la villana de esta historia"

—Fue...Fueron demasiados años, Adelaida... ¿No...? ¿No lo piensas así? —Mi voz estaba temblando, como si en cualquier momento, fuera a quebrarme en pedazos.

Al principio, solo eran unas simples ojeras, poco apetito, discusiones una tras otra, nada serio, nada grave, no, nunca fue grave hasta ese día, todo se reduce a ese trágico día.

Mi hijo murió. Mi pequeño bebé murió a manos de ese monstruo, de ese príncipe codicioso que cambiaba su temperamento dependiendo de las personas que le rodearan, él era un príncipe egoísta, cruel e incluso hipócrita, me mostro una bella sonrisa y me observo detenidamente con esos bellos ojos, pero sus intenciones eran totalmente contrarias a la belleza que pudiera irradiar.

Lo peor de todo, es que a pesar del daño que me hizo, no soy capaz de culparle del todo. Era obvio, ¿no es así? Él solo actuó de la única forma posible al verse envuelto en un gran problema que realmente no quería... aquel príncipe había esperado algo que nunca le llegó. Entiendo su decepción, pues yo igual pensé que nuestro matrimonio sería distinto.

Él estaba atado a una princesa no deseada, a una molestia que fue arrojada a sus brazos cuando nadie más la quería, yo fui una maldición para mi familia, para mis padres, yo era una persona rodeada de la tragedia en su máximo esplendor, incluso conocí la muerte a una temprana edad, lamentablemente, fue siendo la causa de la ejecución de la única persona que pudo llegar a amarme.

Siempre fui un estorbo, una molestia, lo peor que podían encontrarse y él lo sabía.

Conoció mi pasado desde el primer momento, incluso llego a aceptarme, accedió a quedarse a mi lado y, aun así, aun así... fue capaz de lastimarme física y psicológicamente, ¿por qué? ¿acaso no era capaz de darse cuenta de lo que yo necesitaba? ¿nunca entendió que mis arrebatos eran a causa de lo indiferente que él fue? Solo deseaba una pequeña muestra de cariño de su parte, eso era lo único que pedía, pero lamentablemente... nunca fue capaz de escucharme.

—Yo... Yo... Luego de to...todo lo que hice por él... ¿Acaso eres capaz de entenderlo? —Una risa nerviosa escapo de mis labios y mis manos de forma inconsciente le apuntaron, culpándola por todo lo que estaba sucediendo en mi cabeza. —Todo MI esfuerzo para que nuestro matrimonio funcionara... ¿Eres siquiera capaz de...de pensar en ello? ¿En todo lo que... perdí? —Podía sentir como mis ojos se llenaban de lágrimas, incluso la sensación de peso sobre mi vientre, lo cual era imposible, pues estaba completamente vacío. Gracias a él. —Fu...Fui una buena esposa... Sí, yo fui una buena esposa. —Mis manos rodearon mi cuerpo en forma de abrazo, aunque si debía ser sincera, no me hacía sentir mejor. —Fueron años de abuso, años de discusiones, pero yo lo acepte todo. ¿Acaso tu hubieras sido igual? —Negué con la cabeza respondiendo a mi propia pregunta, sabía que ella nunca hubiera sido capaz de hacer nada de lo que YO hice, sin importar cuanto le amasé. —Yo...Yo siempre acepte todo lo que él me pedía y aun así...

No importa cuántas cosas haya hecho por él, ello no hizo que nada cambiara entre nosotros. De hecho, creo que es imposible que algo llegue a cambiar, estoy destinada a sufrir todo tipo de humillaciones y abusos, ¿no es verdad?

Yo no quiero seguir así. Lo he decidido desde hace mucho tiempo. Mi vida se volvió un infierno desde que ella nació, todo mi mundo se hizo trizas en el momento en que mis ojos se cruzaron con los de ella, es su culpa, ¿no es así?

Desde el principio que ella quiso ocupar mi lugar, hizo todo lo posible para alejarme del resto, incluso se convirtió en la favorita de mi padre, de los condes, de mi propio esposo. Siempre recibió todo el amor de las personas que nos rodeaban, no soy capaz de decir que mi vida era perfecta antes de que naciera, pero al menos, tenía una vida, tenía algo que podía decir que me pertenecía y ya no está. Desapareció antes de que pudiera siquiera entenderlo.