"Visitando un mundo destruido"

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[Aclaración: Lo que están a punto de leer NO es parte de la historia original, sino que se trata de una especie de Bonus o "What if?" (¿Qué sucedería si...?); por ende, tiene el único propósito de divertirles, poniendo a un personaje que ya conocen en un ambiente totalmente distinto. El resto lo explicaré al final de este cuento, para no hacer una introducción demasiado larga.]

En una época cercana a 1840, en un lugar lejano destruido por la guerra sin nombre.

Lo primero que sentí al abrir mis ojos fue nauseas, el hedor de la habitación era insoportable y al levantarme de la cama pude entender el motivo, di un grito al ver la cantidad de cadáveres que había en el suelo de la habitación. Nunca había visto algo como ello antes y lo peor de ello era que, aunque cerrara mis ojos, al abrirlos estaría en la misma habitación, el hedor seguiría inundando mis fosas nasales y los cadáveres por más que quisiera no iban a desaparecer.

No entendía nada, era la misma habitación de siempre, todo estaba en su lugar: exactamente como lo había dejado la noche anterior, pero a la vez, sabía que este no era el castillo de mi padre...

Unos murmullos desviaron mi atención y junto con ellos grandes pisadas, por un segundo creí que alguien iba a entrar, pero no fue así. El ruido del otro lado de la puerta, me estaba llamando, mi curiosidad aumentaba con cada paso que escuchaba, pero no me atrevía a bajar de la cama, no si debía cruzar por en medio de todos esos cuerpos.

Lamentablemente, mi curiosidad era mucho mayor que el miedo que sentía y en un par de minutos ya estaba al otro lado de la habitación, con mi mano en la manija de la puerta, a unos segundos de abrirla, pero una gran explosión me detuvo de aquel acto. Me voltee hacía la única ventana de la habitación, lo único que podía ver era humo, se escucharon unos gritos, desde afuera de mi puerta, luego de aquella explosión estaba indecisa si salir o no, pero entre quedarme junto a los cadáveres o salir, absolutamente prefería la segunda opción.

Estaba en un pasillo muy similar al del castillo de mi padre, las sirvientas corrían de un lado a otro que llegaba a ser imposible reconocerlas. No sabía qué hacer, estaba detenida en un pasillo que bien podía o no ser de mi hogar. 

—¡Señorita! ¡Salga de ahí! —Me voltee para saber quién había gritado, pero había sido demasiado tarde, tres sirvientas habían tropezado conmigo, provocando que las cuatro cayéramos al suelo.

—¡Le he dicho que se moviera! —Dijo la castaña mientras se cruzaba de brazos.

—¡Acabo de lubricar mis tuercas! No puedo creer que todo mi esfuerzo se haya desmoronado. —Dijo la rubia mientras se arreglaba su cabello. —Mi pobre vestido... Solo hace unas horas había terminado con cada detalle...

La última de ellas se había quedado en silencio mirando el suelo, no pude evitar gritar al verles con mayor precisión, cada una poseía un artefacto metálico en su rostro o torso, ya sea el corsé, unas gafas, la mitad de una máscara o parte de su brazo. El diseño de sus vestidos era idéntico a la época victoriana, aunque tenían detalles góticos, jamás había visto una mezcla de metal y tela como la que poseían aquellos vestidos.

—Señoritas... Les pido una disculpa por no haberlas visto, estoy algo conmocionada por la explosión, ¿saben que está sucediendo?

—¿Qué está sucediendo? ¿Es una broma? ¡El rey se ha enfadado y ha mandado a destruir el casti...

El sonido de otra explosión le interrumpió, las tres se levantaron sin pensarlo y salieron corriendo por el pasillo. Esta era la segunda vez que llegaba a un lugar en el peor momento, pero aquí era distinto, esto no era como la novela original y mucho menos se asemejaba con la vida que estaba viviendo hace unas horas. ¿Habré vuelto a reencarnar? No, no pienso que pueda ser de esa forma... ¿Quién se supone que soy en este mundo? Y ¿Por qué el castillo que estoy viendo ser destruido es el mismo que conocía como hogar? Son los mismos cuadros, la misma alfombra en el pasillo, me arriesgaría a decir que es el mismo, tan solo debía de salir de el para comprobarlo.

Segunda Vida Para Amelie [EDITANDO]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu