Capítulo 34

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Ana: Gracias por la comida amor, mi estómago te lo agradece. - dijo antes de darle un beso lento disfrutando de esos labios tan suaves que son su perdición.

Ale: ¿Solo tú estómago? - dijo en medio del beso

Ana: mi estómago y todo mi ser - intensificó el beso, introduciendo su lengua disfrutando del vaivén de los movimientos suaves.

Ale: Ana...no podemos - sentía como su respiración se acelera al sentir la mano de su novia acariciando su pierna colandose entre su falda llegando a su muslo.

Ana: ¿Por qué no?... Te necesito. - empezó a dejar besos húmedos sobre el cuello de Alejandra.

Ale: Yo... También, pero hay que esperar además Renata puede entrar o escucharnos. - trato de apartar la mano de Ana que la estaba volviendo loca de excitacion.

Ana: no va a entrar y si no quieres que nos escuchen... Tienes que ser silenciosa. - le mordía ligeramente el cuello.

Ale: Ana, es enserio  para... No quiero.. Que Renata nos escuche.

Ana: Amor...- la miró - no nos va a escuchar y si lo hace no dirá nada, me lo debe. - le guiño el ojo y empezó a desabotonar la blusa de Ale.

Ale: ¿Porque te lo debe? - le pego en las manos y la miró molesta.

Ana: es que en una ocasión la encontre en su escritorio teniendo relaciones con Sergio... Así que me pidió que no dijera nada y le dije que me debía una. - volvió a su cometido de intentar desabotonar la blusa

Ale: es en serio... Y que tal que se venga porque le cortaste la inspiración y entra a interrumpirnos. - Ana se detuvo pensando la situacion

Ana: Sí hace eso, entonces la despido. - alzó los hombros y continuó en la tarea que su novia no estaba poniendo fácil.

Ale: No, la vas a despedir. - la miró molesta.

Ana: Era broma... ya Ale dejame seguir. - insistió la morena - si lo que te preocupa es que alguien pueda entra pues le pongo seguro a la puerta. - se levantó y aseguró la puerta. - ¿Más tranquila?

Ale: no se ... Es que me da pena. - no termino de ruborizarse cuando Ana empezó a besarla apasionadamente. - Espera no me habías dicho cuando llegué que estabas ocupada con algo muy importante. - le dijo molestendola

Ana: Ale no hay nada más importante para mí que tú, bien sabes que lo dije para no seguir peleando. - la miró a los ojos y le dio un beso en la frente.

Ale: ahh porque eres tan dulce.. No puedo resistirme cuando te pones así... Aunque siento que mejor deberíamos irnos a nuestro lugar. - le acariciaba el rostro.

Ana: ¿Dime Ale nunca has tenido la fantasía de hacer el amor en la oficina? - se acercó y le dio un mordisco en el labio inferior. - Porque yo si

Ale: así, solo espero que fuera conmigo esa fantasía. - se sentó en el regazo de su novia para estar más cerca de ella.

Ana: siempre has sido la protagonista de mis fantasía Ale y lo seguirás siendo. - le mordió la barbilla

Ale: creo entonces que tengo un trabajo muy difícil. - dijo antes de dejar suaves besos en los labios de Ana.

Ana: ¿Por... Por que?

Ale: Tengo que superar a la Alejandra de tus fantasías, recuerda que yo no soy una experta. - dijo apenada

Ana: Para mi eres perfecta, todo te sale bien. - le dio un beso hambriento de deseo y masajeo ese duraznito que tanto le encanta ocasionando que Ale gimiera al sentir lo excitada que estaba su novia.

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