Capitulo XVI: Corre, Jules, Corre

2.3K 127 25
                                    

El camino al aeropuerto fue más rápido de lo que había pensado, no había tanto tráfico y era algo que agradecía, cuando Carlos me dijo que vendría no pensé que hablaba en serio, pero su pongo que su visita no me vendría mal. Necesitaba distraerme de todo, en especial de Charles.

-Miren quien está allí, mi español favorito-Dije cuando baje la ventanilla del auto para que me escuchara, él soltó una risa y tiró su bolso en el asiento de atrás para después sentarse en el puesto de copiloto.

-No sabía que era tu español favorito-Dijo levantando una de sus cejas mientras reía.

-Bueno, eres el único que conozco, así que lo eres.

-Lo tomaré, pero me ofende-Dijo poniendo la mano en su pecho y actuando indignado. Mientras íbamos de camino a su hotel me contó como habían ido las prácticas, hubo un momento que menciono a Charles y la sonrisa de mi cara se borró, pero trate de ocultarlo.

-Hemos llegado sanos y salvos, Sr. Sainz-Él se dio cuenta de que había utilizado la misma frase que él había utilizado conmigo y soltó una risa.

-Muchas gracias, señorita-Dijo haciendo una pequeña reverencia después de bajarse del auto, yo no pude evitar reírme. El saco su bolso y se despidió con su mano de mí.

-Mañana vendré por ti, ni pienses en quedarte dormido-Lo señalé con mi dedo acusatoriamente y él puso su mano en su frente como un militar, solté una risa y comencé a manejar devuelta a mi casa.

La mañana siguiente mi alarma no sonó y tuve que levantarme corriendo, me duche y vestí lo más rápido que pude y salí en busca de Carlos. Cuando llegue a su hotel, este ya me esperaba afuera y su rostro no lucia feliz.

-No te voy a hacer caso nunca más-Dijo mientras arrugaba sus cejas y me señalaba con su dedo ya dentro del auto-Me quede dormido y tuve que hacer todo rápido pensando que llegarías temprano y no lo hiciste.

-Lo siento!!-Dije tratando de ocultar la risa que me causaba esto.

-Ahora me debes un desayuno-Dijo cruzando sus brazos como un niño pequeño. Yo solo asentí con mi cabeza, después de que los dos ya hubiéramos comido algo, lleve a Carlos a un campo de Golf, porque sabía que le gustaba.

Yo me registré y nos entregaron un carrito con todo lo necesario para jugar. Carlos comenzó a manejar al que sería nuestro primer hoyo, mientras yo aún trataba de entender como funcionaba esto. Carlos se bajó del auto con las cosas y comenzó acomodar todo, yo no me moví y solo veía lo que hacía.

-Estás lista?-Dijo dándome uno de los palos de Golf.

-No tengo ni idea de que hacer-Dije soltando una risa nerviosa. Él se echó a reír y negó con su cabeza, después de una clase de diez minutos por fin entendí que era lo que tenía que hacer. Aunque no lograba que la bola entrara en ninguno hoyo, lo que causaba que Carlos se riera.

-Ya deja de reírte de mi pésima habilidad para jugar Golf-Dije sentándome en el carrito enojado, mientras veía como jugaba.

-No te molestes, Jules-Revolvió mi cabello como si fuera un perro y manejo de vuelta al lugar donde nos registramos. Yo solo cruce mis brazos y dirigí mi atención a otra parte, cuando llegamos le agradecimos al señor de la recepción y nos montamos en mi carro.

-Cuantos días estarás aquí?-Pregunte mientras manejaba al estadio de beisbol para el partido que abrí hoy.

-Por qué lo preguntas?-Dijo alzando una de sus cejas mientras me miraba.

-Es que tengo que volver a Maranello dentro de dos días para las prácticas-Él asintió con su cabeza, pero no dijo nada. Cuando Carlos vio el estadio, su rostro hizo una expresión sorprendida.

Llegar a la metaWhere stories live. Discover now