Capítulo XXXV: La bruja de dos patas

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*1 mes después*

Mire el reloj en mi muñeca, se supone que Fred tenía que haber llegado hace ya diez minutos, pero ni siquiera había aparecido, se supondría que hablaríamos de mi estadía aquí en Ferrari, lo que me parecía sumamente importante después de la favorecedora apuesta que Red Bull me había propuesto un mes atrás en Silverstone y después de haber ganado el Gran Premio de Hungría y quedar segunda en Spa, seguía recibiendo mensajes de Christian sobre el gran trabajo que estaba haciendo. Los directores de Red Bull estaban asombrados por mi desempeño en la pista y esperaban con ansias como serían mis tres últimas carreras, ya que Arthur y yo teníamos la misma cantidad de puntos y solo esas definirían quién sería el campeón de Fórmula 2.

El tener la misma cantidad de puntos había hecho un gran escándalo porque eso solo había pasado dos veces y esas dos habían sido en F1. La primera vez fue en 1974 cuando Emerson Fittipaldi y Clay Regazzoni llegaron empatados en la última carrera y la más reciente fue cuando Max y Lewis también llegaron a la última carrera empatados

La gente decía que la historia se repetía, muchas personas hicieron memes al respecto mientras otras dedicaban artículos sobre ello.

Mientras las cosas con Charles iban de maravilla, excepto cuando veía algunos comentarios en redes sobre él y su novia, la cual termine conociendo en el Gran Premio de Spa.

***

Me adentré al garaje de Ferrari en busca de Carlos, quien había tenido un accidente en la práctica libre y había sido llevado a los médicos para qué se asegurarán que todo estuviera bien con él, aunque no lo pude encontrar por ninguna parte, frustrada camine de regreso a la salida del garaje de Ferrari hasta que vi a Charles sentando en uno de los muebles jugando en su teléfono, mire a los alrededores asegurándome de que no hubiera nadie cerca y me acerque a él sigilosamente tapando sus ojos por detrás.

—Tus anillos te delataron, Amore mio—Solté un quejido sentándome a su lado con los brazos cruzados sobre mi pecho.

—Cómo es que te das cuenta hasta por mis anillos—Dije negando con mi cabeza, mirándolo de mala manera, lo que incrementó más su risa, Charles desvió la mirada cuando una notificación sonó y como toda novia chismosa que era dirigí mi vista a ella para ver que era, resulta que Charles se encontraba jugando ajedrez con un tal "55elmejor".

Tape mi boca tratando de no reírme del nombre que Carlos tenía en el juego, no podía creer que ese chico estuviera en revisión y aun así estuviera jugando, pero sobre todo que Charles le siguiera el juego.

Mire a Charles por unos segundos, quien miraba el juego seriamente frunciendo el ceño, su cabello desordenado le daba un aire sexi más el traje de Ferrari que cargaba puesto, acerque mis manos a su cabello, peinándole un poco quién al sentir mis manos dejo su teléfono a un lado y se dedicó a mirarme con una sonrisa en su rostro. No sé cuanto tiempo estuvimos así, lo único que sabía es que nuestra burbuja de ensoñación se rompió cuando un carraspeo sonó haciendo que me separara de Charles y que este se levantara rápidamente del sofá.

Alexandra, la supuesta novia de Charles, nos miraba a los dos de una manera no muy agradable, sobre todo a mí, quien se acercó a Charles y lo abrazo aún con su mirada en mí, desvíe la mirada rápidamente sintiéndome incómoda.

Había visto fotos de ellos abrazados o agarrados de manos, pero nunca lo había vivido presencialmente, se sentía como una maldita bala en el pecho.

Alexandra se terminó separando de Charles, quien se rascó el cuello incómodo—Soy Alexandra, la novia de Charles y tú eres—Pregunto la susodicha con cero amabilidad, ahora entendía por qué las fans de Charles se quejaban tanto de ella, ni siquiera hacía el intento de ser amable.

Llegar a la metaWhere stories live. Discover now