Capítulo XXXI: Esta bien no estar bien

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Mire la tabla de posiciones del campeonato de la Fórmula dos, siete puntos eran lo que nos diferenciaba a Arthur y a mí, rasque mi cuello inconscientemente y bloquee la pantalla de mi teléfono para concentrarme en la práctica libre de la Fórmula, uno que se transmitía en el televisor de mi casa.

Después de que Charles me pregunto si podía ser mi novio y yo aceptara, las vacaciones con los Leclerc's fueron más que increíbles. Arthur y Lorenzo comenzaron a llamarme cuñada, aunque ya lo hacían desde antes. Obviamente, la mamá de Charles se puso muy contenta y ese día preparo una cena para todos diciendo que teníamos que celebrar.

"Mi hijo por fin consiguió a alguien que si lo quiere de verdad" esas fueron sus palabras exactas, lo que provocó la risa de los hermanos de Charles y la mía también, mientras este miraba a su mamá de mala manera. Aunque unos días eran increíbles, otros se volvían un poco agotadores al tener que escondernos de las mismas personas, lo cual no sirvió de mucho porque una foto terminó apareciendo donde se veía a Charles sosteniendo mi mano, pero sin que se viera mi cuerpo, ya que una sombrilla ocultaba el resto a la perfección, obviamente después de esa foto de la cual Charles se dio cuenta tuvimos que subirnos al auto rápido y escapar de allí.

 Aunque unos días eran increíbles, otros se volvían un poco agotadores al tener que escondernos de las mismas personas, lo cual no sirvió de mucho porque una foto terminó apareciendo donde se veía a Charles sosteniendo mi mano, pero sin que se vie...

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Obvio esto causo una revuelta por todas las redes sociales con las personas afirmando que esa era la persona de la que Charles hablaba en el evento de Ferrari y aunque aún había unos post pensando que era yo, los fans de Charles la habían catalogado como "la chica misteriosa". El día antes de irnos de Saint-Tropez, Charles y yo pasamos dos horas leyendo todas las teorías que la gente formaba, lo que nos causaba grandes sonrisas. Pensamos que lo mejor sería continuar la relación en secreto, así que los únicos que sabían de nosotros eran la familia Leclerc y algunos de sus amigos más Paolo y Olivia.

Charles y yo tomamos caminos diferentes cuando a él le toco viajar a Canadá para el gran premio que se celebraba allá, mientras yo me devolvía a Estados Unidos mientras esperaba por el próximo gran premio de la Fórmula dos y aunque me hubiera encantado ir para apoyarlo, sabíamos que sería un tanto arriesgado de nuestra parte y la gente confirmaría sospechas así que nos terminamos despidiendo en su auto antes de tomar mi vuelo a US.

***

—Ven conmigo—Dijo haciendo un puchero sin soltar mis manos—Te ponemos una peluca y unos lentes y nadie te reconocerá.

Mire a Charles con una ceja alzada, quien al ver mi cara hecho su rostro hacia atrás al ver que ya no tenía más ideas—No es justo que la señora Leclerc no pueda estar con el señor Leclerc.

Rodé mis ojos al escuchar la forma en que me había llamado, desde que nos habíamos hecho novios comenzó a llamarme así, lo cual le pedí que dejara de hacer porque mis mejillas se sonrojaban, pero el señorito hizo caso omiso y continuo llamándome así—Soy tu novia, no tu esposa así que aún no puedes llamarme así—Dije negando con mi cabeza, acerque mi rostro al de él y deje un beso en sus labios antes de salir de su coche y dirigirme al ascensor del estacionamiento subterráneo.

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