Capítulo 21.

1.3K 126 5
                                    

Rosie

—¿Porque no se quedó Frida a cenar, cariño? —pregunta Blanca a Nicolás que desde que llegó al comedor está notablemente tenso y no ha dejado de mirar raro a Liam.

Él vino solo a ver como estaba después de todas las sandeces que decían de mi en las redes sociales, por supuesto que yo fue la única culpable por haber salido de noche y beber como una adicta, pero no el tipo que adulteró mi trago para quien sabe que cosas hacerme. 

—No sé —se encoge de hombros Nicolás respondiendo a su madre —Creo que al final tuvo cosas que hacer, ya sabes que le gusta ayudar mucho a sus padres con el orfanato. 

No puedo evitar resoplar irónicamente. 

—Se nota que le gusta ayudar mucho al orfanato —comento —Si nesecita más información de mi para vender me avisas que con mucho gusto se la doy. 

—¡Rosie! —me riñe mi padre que está en la cabecera de la mesa. 

—Lo siento, cherie —dice T —pero esta vez estoy de lado de Rosie y ojalá que esa niñata no vuelva más a esta casa. 

—No le digas así —pide Nicolás y no puedo creer que encima la defienda —y creo que eso tenemos que tratarlo, pero en otro momento cuando no haya visita... 

Insinúa.

—Descuida, Liam sabe todo de mi y mi familia. 

Digo y vuelve a fruncir los labios. 

—Exacto muchachito, él es un joven de clase y muy discreto —alega mamá.

—Que bueno, me alegro —finje una sonrisa —pero para mi sigue siendo un extraño. 

—Oh, te caerá muy bien —le asegura el tío Roger —ya tendrán tiempo de conocerse. 

—Si nos hubieras acompañado a nuestro viajes a Inglaterra lo hubieras conocido y tendrías un nuevo amigo —se queja mi abuelo —aprovechen el tiempo, te hará bien la compañia de alguien más calmado qué no te incite a boxear o a clavarte en esos programas informáticos.

No puede evitar mirar a Thaile.

—¿Qué? —exclama ella —él ya era así cuando lo encontré, no todo lo malo de esta familia va ligado conmigo.

—Si, si lo está —concuerda mamá.

—Calla, que nadie te preguntó —le sisea a mi madre.

—Me encantaría, pero mañana me regreso a Londres —responde Liam ignorando las malas caras —ya no veo la hora de que vuelvas, linda. 

Continúa acariciando la punta de mi nariz con su dedo. 

Me trago el sin sabor de sopesar mi partida porque no se cuando lo volveré a ver a él... Y a papá, mi hermano, tío y abuelos... 

—Ay, ¿no hacen una linda pareja? —chilla mamá  a mi lado más emocionada —en Londres, todo el mundo los quiere juntos. 

—Mamá —la riño en un balbuceo. 

—Con permiso, pero estoy muy cansado —Nicolás se levanta de golpe de la mesa dejando casi entero su plato. Trato de ignorarlo como en estos últimos días y dejo que Liam platique de nuestro proyectos sacándole risas a mi familia, a todos menos a Thaile. 

A esa mujer parece que no le agrada nadie. 

La cena pasa sin ninguna otra novedad, tratamos de no darle mucha importancia a lo que se está diciendo en redes sociales de mi y lo agradezco por que por primera vez no me preocupa. Liam y yo nos levantamos para ir otra vez al salón seguidos por Ilhan. 

Tras de ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora