Esta es una historia alternativa del mundo de blizzard warcraft frozen throne, centrándose cuando arthas esta por asediar las tierras elficas de Quel'Thalas, decide perdonar la vida de los supervivientes acogiéndoles en lordaeron, este sera el nue...
La razón imperial, es una definición que a los ojos de los senadores representa la verdad y la justicia del emperador, no obstante, los grandes generales y mariscales del recién formado imperio de la humanidad, consideran que la representación del emperador, no es mas que la manifestación divina de una deidad en azeroth, una deidad encargada de velar por la seguridad de los soldados, el dios emperador del ejercito, y que, desde los primeros días del imperio, fueron un eco en las calles de lordaeron, desde la muerte del rey Terenas, la nación de lordaeron adapto un sistema de gobierno absolutista militar, donde la fuerza del ejercito impulso ampliamente la influencia del estado, y que a los ojos de las diferentes naciones del mundo conocido se impusieron con fuerza y valor.
En alguna aldea cercana a Lunargenta
-"Decius, el grueso del ejercito permanece a las afueras de Kuel talas"- Menciono el pretor a cargo de la guarida imperial, -"El ejercito imperial, rodea por mar, tierra y aire, todas las fronteras de Kuel talas"- respondía Marcus, un experimentado elite, mientras seguían a paso firme la sombra del emperador, y conversaban entre ellos sobre sus experiencias en guerras pasadas, se podía sentir un aura de conformidad y calidez, el aura de devoción de los paladines, únicamente puede ser superada por una fuerza superior, "El emperador". Mientras proseguían en su marcha, era escoltados por un centenar de elfos, bien armados y entrenados, bajo su mando la general sylvanas, se erguida fuerte y dominante, intrépida y arrogante, bajo el estandarte del emperador, los hombres no sentían cansancio, el sentimiento de miedo y la necesidad de dormir se presentaba como un pensamiento lejano, -"Oídme, grandes hombres del imperio, la ciudad de Lunargenta se encuentra allí adelante!"-. Arthas observaba con indiferencia, las grandes murallas de la ostentosa ciudad, y la belleza de sus bastas almenas, el grueso de las puertas eran tan formidables, que se necesitarían de un centenar de piezas de artillería para poder derribarlas, y en su cima, la bandera escarlata de los elfos hondeaba con orgullo.
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La indiferencia de la guardia imperial, provoco en los corazones de los elfos una chispa de asombro y duda, tal fue la concentración de la guardia, que eran capaces de seguir los pasos del emperador, sin la necesidad de mirar a su alrededor, los soldados élficos, permanecían inertes y temerosos, solo los mas valientes eran capaces de mirar al emperador al rostro, la ostentosa y gran imagen de Arthas hacían sentir a los pequeños elfos, insignificantes y débiles, y cuando todos los elfos de la ciudad enfocaron sus ojos en la guardia imperial, estos respondieron emanando su aura de devoción. Esta acción provoco que la ciudad entera se sintiera somnolienta. Mientras avanzaban, sin pensarlo, en un descuido del destino, el emperador Arthas se encontraba frente al palacio del rey Anasterian.
-"Me temo, que mi presencia no es mas que un mal augurio para su pueblo, rey Anasterian, y me lamento, por ser participe del inicio del fin, de lo que podría haber sido una gran raza, la gran alianza termino con los primeros días del imperio, y aunque mi disposición de obtener una unión entre nuestros pueblos, fue una obra de benevolencia, ahora, me insultáis, e ignoráis el hecho de que habías causado el inicio del fin de vuestro propio pueblo, podéis huir a Kuel Danas, pero allí encontrareis el fin de vuestra dinastía, Caminante del Sol,"-