Capítulo 3 Seguridad privada WOFLYNN.

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Bienvenidos a mi mundo irreal.


Son nuestras decisiones las que muestran quiénes somos realmente, más que nuestras habilidades. -J.K. Rowling (1965)



26 DE JUNIO DEL 2024.

Noche del día.

Mi puño impacta el rostro de aquel hombre, para mi mala suerte todo este mes simplemente he sido la que castiga, tortura, caza y asesina. Soy consciente de que mi madre lo ha ordenado, aún no llega de su dichoso viaje, lo cual me hace caer en cuenta; que lo que sea que esté haciendo, es importante.

No he podido seguir hurgando en los papeles, ni mucho menos he visto si mi padre ha creado algo nuevo, he estado distanciada de todos ellos. Cada que intento entrar sin ser vista se me dificulta, hay mucha vigilancia, debo admitir que el nuevo jefe de seguridad, o como me dijo que se llama: (Kai) es eficiente en lo que hace; pero ya tendré mi oportunidad.

Para colmo, Alfa azul está furioso porque no he conseguido que mi hermano me incluya en su viaje, aún me queda tiempo, pero este hombre es impaciente. Necesito encontrar la forma de que Darío me lleve, por lo poco que he averiguado, él va de paseo, cada que me acerco él me evade, sé que está furioso porque yo me fui, pero... no entiende que necesitaba alejarme de este sitio.

Es probable que nuestra relación empeore a que mejore, teníamos una unión, una buena hermandad, ahora él simplemente me odia y eso lo entiendo; le prometí que nunca sería esto, y ahora regreso siendo lo que prometí nunca ser. Creyó que regresaría por él, sé que eso lo enojó, sabe que volví para ser peor que nuestra madre, para vengarme de mis dos hermanos y el resto de la línea sanguinaria de esta familia: sé que esa es la razón de su decepción.

Hay muchas cosas que él no sabe y espero que nunca se entere, vivió en una burbuja creada por madre, cree que los odio por ser mafiosos, pero esa razón es una de las últimas y ni siquiera la incluiría.

También he estado protegiendo a mi pequeño hermano, hace unos días vi a mi otro hermano diciéndole cosas horribles tipo: "Otro que rompe la tradición de nuestro cabello", "con razón madre quería abortarte", "debiste haber muerto", "pequeño y asqueroso, mocoso". Estuve a punto de tomar un cuchillo y degollar su cuello, pero matar a uno no es válido, hay que matar a la cabeza de la serpiente, no a las partes de su cuerpo.

―A ver inepto, tienes dos opciones: o cooperas, o seguiré con los dedos de tus pies, no creo que quieras quedar definitivamente sin un dedo, mira que ya no vas a poder agarrar nada ―aquel hombre niega, ya me ha cansado y usaré el plan b: chantaje emocional.

Ya le he golpeado con bates y mis propios puños y alguna que otras ayudas, también le he latigueado, incluso quemado, no ha salido ni una sola palabra de su boca.

Me aproximo tapando su rostro para dejarlo a oscuras. Doy una señal a los hombres que me acompañan y a la vista se ve aquella mujer pelinegra de ojos verdes, es traída a rastras, intenta gritar, pero no puede, ya que está amordazada, las lágrimas son más que evidentes. Una lástima por ella, pero su hombre fue el que no cooperó.

―Jefa, ¿nos podemos divertir con ella? ―dice mirando morbosamente a la mujer.

Al instante me acerco desenfundando el arma, propinándole dos y tres disparos entre lo que cuelga en medio de sus piernas y un último impacto en su cráneo.

DepauperarWhere stories live. Discover now