†Capitulo 12 † Anfisbena

49 3 0
                                    


.

.

.

En esta ocasión, tenemos una doble actualización. Después de un difícil mes de febrero, en el que incluso pasé mi cumpleaños sola en el hospital debido a mi enfermedad, me vi obligada a tomarme un descanso. Sin embargo, ahora que ha comenzado marzo, estoy de vuelta con todo y les traigo dos capítulos. La historia comienza a volverse interesante y, como pequeño adelanto, todo está a punto de complicarse. Aprovecho también para desearles un feliz Día de la Mujer y enviar un beso a todas mis lectoras.


Recordar es fácil para quien tiene memoria, olvidar es difícil para quien tiene corazón. -Gabriel García Márquez.


3 DE SEPTIEMBRE DEL 2024.

Londres/ Día.

Casa grande.

―Aleix.

Toco al individuo que se encuentra en mi lecho, exhibiendo su torso sin ropa y restringiendo mi capacidad de movimiento. La noche pasada fue vigorosa, con una cantidad excesiva de actividad física.

Que forma tan sutil de decir que tuviste sexo.

―Duerme D ―menciona con voz adormilada, metiendo su rostro en el hueco de mi cuello.

―Tengo un asunto que debo atender, si quieres quédate aquí hasta que vuelva ―retiro gentilmente su mano de mi cintura y me pongo de pie para buscar la vestimenta que utilizaré.

―¡No mencionaste que no tenías la posibilidad de salir a ningún lugar! ―grita

―No puedo hacerlo, pero lo voy a hacer ―respondo dentro de la ducha.

No tardo mucho en vestirme, maquillarme y arreglarme. Al salir de la habitación, me encuentro nuevamente con él dormido y me acerco para observarlo detenidamente. Las pestañas extensas y el cabello tan sedoso que provocan el deseo de acariciarlos y sumergirme en su suavidad. Mis ojos se desvían hacia su pelvis, observando minuciosamente aquel tatuaje que pude apreciar la primera vez que nos acostamos. Hasta ahora, no había tenido la oportunidad de examinarlo con detalle, ya que en la mayoría de ocasiones nos dejamos llevar por el placer.

Doy un pequeño salto al sentir cómo su mano me toma y me acerca a su figura.

―No quería asustarte ―susurra a centímetros de mis labios.

―Nos vemos después, Aleix... ―considero seriamente la posibilidad de advertirle que se cuide, ya que no deseo que la agencia lo capture.

Mi mente se extravía en divagaciones. No comprendo por qué debería preocuparme. La amistad ya no es una prioridad desde que regresé, he dejado atrás su importancia. Si alguien se cruza en mi camino y obstaculiza mis objetivos, no me importa lo que les suceda, mis prioridades están claras. O más bien, deberían estar claras.

―¿Ibas a decir algo?

―Si ¿Me ayudas a escapar?

―¿Qué acciones se requiere ejecutar? ¿Asesinar a alguien? ¿Provocar un incendio? ¿Realizar una intoxicación con gas? O quizás, consideremos una opción más seria, como la utilización de un artefacto explosivo ―su sonrisa macabra me recuerda que debajo de ese rostro angelical se esconde un ser protervo.

DepauperarDär berättelser lever. Upptäck nu