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Sin duda alguna, asaltar la casa de los Opas Iamkajorn fue una de las mejores cosas que hicimos en mucho tiempo.

Planear las cosas de la "a" a la "z" nos había sentado de maravilla; habíamos despistado a la policía, y ahora unos terceros mal vivientes estaban tras las rejas pagando por unas cuantas cositas que nos conciernen a nosotros, pero eso es algo que los asquerosos policías no sabrían, ellos sólo se desviven por el sucio dinero, y la familia Opas Iamkajorn... bueno, ellos parecen estar satisfechos con los resultados.

Habíamos ganado miles de pesos por cumplir con la apuesta, más el dinero que nos darían por todas esas porquerías de colección robadas.

Habíamos hecho una fiesta en celebración, en donde otras bandas se habían proclamado como nuestras admiradoras; un par de lambiscones más, nada nuevo.

Pero sobre todo; ese muchachito. No había salido de mi cabeza desde ese día, y es algo que está comenzando a irritarme.

En otras circunstancias, lo habría buscado y le hubiera llenado el oído de mierdas cursis hasta qué me deje follarlo como lo he hecho tantas veces antes, porque definitivamente es por eso; tengo ganas de follarmelo.

Pero no, él es un maldito niñato hijo de papi y mami que me costaría conseguir... y lo haría, de no ser porque arriesgaría muchas cosas con ello. Es decir, el niño ya me ha visto. Sabe que yo entré a robar a su preciado palacio hecho concreto, que lo obligue a que me ayudara a escapar, y como último "detallito", que le apunté incontables veces con un arma.  

Sin duda, ese es un culo que no iba a tener la dicha de poseer; y aunque no soy de abstenerme a lo que deseo, tendría que ser así por esta vez.

No sé, tal vez tenga que masturbarme muchas veces pensando en su cara o follarme a alguien que se le parezca, y asunto resuelto.

Siento que las dos botellas de alcohol que ya tomé siguen sin ser suficientes, necesito follar ahora, y la opción más viable es First.

Tenemos sexo ocasional, y los dos estamos claros de eso; es por eso que me permito que follemos de vez en cuando, aunque los dos formemos parte de la misma banda.

Me levanto del desgastado sillón y tomo con fiereza las llaves entre mis manos, y apenas el motor de la motocicleta ruge, dejo presionado el acelerador.

Al llegar a su departamento no espero a tocar, hago uso de las llaves que me dio y entro encontrándolo tirado en el sofá.

Él me sonríe algo sorprendido por verme, pero no espero a que haga algo más y me abalanzo sobre él, me deshago de la camiseta con desesperación, la tiro a alguna parte de la sala y vuelvo a subirme encima suyo, mientras él acariciaba mi espalda y abdomen con las manos. Desciendo mis labios a su cuello y él gime. Una de sus manos va hasta mi hombría y la masajea de arriba a abajo lentamente mientras mis manos están ocupadas en bajar sus estorbosos pantalones con desesperación. Nuestras respiraciones se mezclan y sus gemidos se oyen por toda la sala. Se levanta un poco ayudándome a alinear su entrada con mi miembro y ambos soltamos un gemido al unisono cuando entro de golpe.

Simple, rápido y liberador.

Agarro con ambas manos su cintura, guiando mis movimientos con necesidad. Sus ojos estaban cerrados, su boca entreabierta por donde escapaban audibles jadeos, mientras me movía brusca y descaradamente en su agujero buscando descargarme.

Desprendió un grito cuando pudo expulsar todo lo retenido manchando nuestros cuerpos mientras arañaba mi espalda. Suelto un gruñido al sentir sus paredes apretando mi hombría, entonces salgo de él con la respiración agitada, para finalmente correrme con ojos cerrados, dientes apretados y soltando todas las maldiciones que llegan a mi cabeza.

Lo escucho reír con la respiración aún agitada, mientras se estira a mi lado.

—¿Y eso por qué fue?—Pregunta sin disimular ni un poco la sonrisa y satisfacción que había en su rostro, respirando todavía con dificultad.

—Nada en especial—Contesto con rostro inexpresivo.

—Pues, no lo parece. Estuviste increíble hoy...

First me mira con fascinación y yo solo asiento en respuesta, ya aburrido de la conversación.

—¿Algo de nieve?—Ofrece, y asiento con la cabeza una vez más, para luego ver cómo se pone de pie y se dirige a la cocina.

Unos segundos después está sentado de nuevo al costado de mis pies en el sillón. Estira la mesa que está a un lado y saca una tarjeta de su bolsillo. Vierte todo el contenido de la bolsa en la mesa y comienza a hacer las líneas con la tarjeta.

—Esta es de un gramo.—Dice agitando la bolsa vacía ante mis ojos—Es suficiente para divertirnos por un buen rato.

Suspiro y me acomodo a su lado para hincarme ante la mesa. Tomo un billete entre mis dedos, lo enrollo y lo acomodo para luego dar mi primera inhalada.

Me estiro hacia arriba y recuesto mi cabeza hacia atrás en el respaldar. Puedo sentir como mis músculos comienzan a relajarse y mis párpados dejan de sentirse.

Es bueno.

También puedo sentir que First hace lo mismo a mi lado, pero para este entonces yo ya estoy lo suficientemente entonado.

Comienzo a ver todo con más claridad. Los colores son más vivos, puedo sentir la ropa pegada a mi cuerpo lo que me causa risa, una relajada y estruendosa risa que aumenta sin parar cuando First se une con más carcajadas.

Para cuando ya nos habíamos terminado el gramo y unas cuantas botellas de alcohol, mientras hablábamos babosadas y teníamos sexo nos habían dado las 2:25 de la mañana.

No tenía intenciones de detenerme, mucho menos cuando la imagen de First comenzó a ser reemplazada por la de ese niñito que no había podido sacar de mi cabeza.

Se siente malditamente bien alucinar con su hermosa y pulcra cara de niño chupando mi pene como si no hubiera un mañana.

No sé si fue por los estupefacientes, pero mi orgasmo llegó más rápido que nunca.

La desilusión y frustración llegó a mi mente cuando la silueta de First volvió a personificarse. El darme cuenta del todo que no es él, que no son esos labios frescos y rosados los que han estado saboreando mi pene, me desencantó del todo.

Aparto a First de mí y cuando localizo mis bóxers y pantalones, me dirijo hacia ellos y me los coloco sin decir nada más.

—¿Ya te vas?—Su expresión es descolocada y un tanto débil.

—Ajá—Emito en afirmación.

Se pone de pie he intenta juntar nuestros labios, pero se lo impido, apartándome de inmediato.

—Sabes lo mucho que odio eso, y que lo tienes prohibido. Si vuelves a siquiera intentar besarme de nuevo, me veré en la obligación de buscar a alguien que sí entienda mis términos.

Su rostro palidece y tartamudea excusándose.

Yo solo agarro las llaves de encima de la mesa y salgo de aquella casa con furor hacia una única dirección.

Tengo que ver a ese niño.

𓆜ㅤ𓈒ㅤׂㅤ⛓️  ㅤ🪼 𓇼  ⭒ 𓆡ㅤ𓈒ㅤ🐺 ⭒ㅤ𓈒ㅤׂ

Burbujita - Br!ghtwinWhere stories live. Discover now