𝑺𝒐𝒚 𝒆𝒍 𝒗𝒊𝒍𝒍𝒂𝒏𝒐, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒐𝒚 𝒆𝒎𝒃𝒂𝒓𝒂𝒛𝒂𝒅𝒐.

Capítulo 10

Las incesantes vibraciones sacaron a Tae-soo de su sueño. Tae-soo buscó a tientas la cama con los ojos cerrados. La acercó a la punta de los dedos, sintiendo su tacto duro y frío. Se la llevó a la oreja, sintiendo el agarre familiar.

—Hola.

La otra parte preguntó con una risa ante la voz de Tae-soo.

[—¿Sigues durmiendo?]

La voz le resultaba familiar, y no necesitó abrir los ojos para saber que era Park Han-soo. Tae-soo tragó saliva una vez y se dio la vuelta, y la luz en su cara le hizo darse cuenta de por qué había estado durmiendo boca abajo.

—¿Qué hora es en este momento?

[—Son más de las diez.]

Tae-soo se quitó el celular de la oreja y miró la hora con sus ojos entrecerrados. Eran las 10:19. Dejó caer la mano que sostenía el teléfono y giró su cuerpo hacia un lado. Fue un gesto flojo sin intención de levantarse a pesar de que sabía que eran más de las 10 en punto.

—De todas formas es fin de semana, así que puedo dormir hasta tarde.

Además de eso, todavía no podía abrir los ojos. Pensé que podría dormir más si Park Han-soo colgaba el teléfono.

[—No hagas eso, sal. ¿Quedarte en casa no te hace sentir más frustrado?]

—Um… no.

Tae-soo, que aún no estaba despierto, pensó a la fuerza y ​negó.

[—¡Por qué!]

—Voy a comer con mis padres más tarde.

Después de una cena la semana pasada, volvieron a estar ocupados y no los vi durante un tiempo, pero ayer por la tarde mi padre me llamó. Tae-soo, quien había planeado no hacer nada el fin de semana, no lo pensó mucho antes de decirle que sí, por lo que tenía que salir más tarde.

[—¿Qué tal mañana?]

—¿Mañana?

Tae-soo abrió ligeramente un ojo debido a Park Han-soo, quien rara vez cuelga el teléfono.

[—En realidad, esa cita a ciegas de la que te hablé el otro día.]

—Sí, no lo haré.

[—... No he terminado de hablar]

Park Han-soo actuó como si estuviera siendo injusto, pero Tae-soo rara vez cambiaba sus palabras. La cita a ciegas fue lo único que hablamos cuando Kang In-hyuk estaba allí. Ese día, cooperé adecuadamente al ritmo de Park Han-soo, jugando con sus puntos fuertes y débiles, pero llegó un momento en que lo había olvidado.

[—¿Está interesada en ti? Me pregunta cuándo le voy a dejar conocerte.....]

—Tu problema.

Tae-soo terminó la llamada porque pensó que saldría algo más molesto. Incluso entonces, parecía que Park Han-soo estaba diciendo algo, pero no tenía intención de escuchar.

—Qué cita a ciegas.

Tae-soo bostezó, frotándose los ojos. Si hubiera sabido que era Park Han-soo quien llamaba, no habría contestado. Tirando el teléfono, Tae-soo se subió el edredón hasta la cintura. Aún quedaba tiempo antes de la reunión con sus padres. Cerró los ojos, con la esperanza de dormir un poco más, pero no le resultó fácil.

—De verdad Park Han-soo, él no está ayudando.

Si no me levantaba, alguien habría venido a despertarme, pero me levanté de la cama.

—Buaa.

Siento que he dormido mucho, pero sigo bostezando.

                                    ***