𝑺𝒐𝒚 𝒆𝒍 𝒗𝒊𝒍𝒍𝒂𝒏𝒐, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒐𝒚 𝒆𝒎𝒃𝒂𝒓𝒂𝒛𝒂𝒅𝒐.

Capítulo 13

La hamburguesa, que le había sentado de maravilla, parecía atascada en su garganta. Tae-soo se limpió bruscamente las manos manchadas de salsa y tomó agua. Estaba fría, pero no tenía la sensación de hormigueo única de la carbonatación. Si hubiera sabido que esto pasaría, habría pedido gaseosa.

No, debería haber echado a Kang Se-hun en lugar de solo verlo allí sentado. Kang Se-hun chasqueó la lengua cuando Tae-soo apretó el puño y golpeó su pecho un par de veces.

—Ni siquiera eres un niño, y lo reconocí desde el primer bocado.

—No es por la hamburguesa, es porque dices cosas raras. ¿Por qué dices eso?

—Le sonreíste a Mi-rae.

—Por qué dices eso ahora. ¿Podría ser por eso que me preguntaste si me confesaría a ella?

Cuando Tae-soo lo miró con una mirada preguntándose si era real, Kang Se-hun habló como si lo estuviera aconsejando.

—No es que Omega sonría tan bien. Alguien más lo malinterpretará.

Tae-soo resopló como si estuviera lleno de energía y miró a Kang Se-hun como si fuera extraño. ¿Por qué menciona Omega? De ninguna manera… ¿Es esto una continuación de la última vez que dijiste que no podías sentir mis feromonas? ¿Crees que voy por ahí fingiendo ser Beta?

《No, pero porque te importa si estoy fingiendo ser beta o no.》

Los ojos de Tae-soo se entrecerraron con sospecha. Fingí no estarlo, y lo presioné para ver si tenía algún sentimiento extraño acerca de habernos acostado juntos.

—¿O estás celoso? ¿Te preocupa que me confiese a Mi-rae?

—De ninguna manera.

—Pero qué importa…. Eso es realmente extraño.

Que clase de malentendido. El verdadero malentendido es que se rumoree que Kang Se-hun y yo tenemos una relación extraña. Tae-soo, que había perdido el apetito, se levantó de su asiento sin dudarlo.

No era bueno quedarse aquí por más tiempo y lo mejor era simplemente irse a casa. Aunque no fue muy agradable, se inclinó ante Kang Se-hun por cortesía al sentarse con él.

—Adiós.

Kang Se-hun agitó su mano hacia Tae-soo como si estuviera a punto de levantarse lentamente. Tae-soo se dio la vuelta después de expresar su desaprobación por la calma inusual de la persona que había dicho cosas extrañas hasta ahora. Luego, con un pensamiento tardío, Tae-soo volvió a mirar a Kang Se-hun.

—Es extraño que solo nos encontremos en el hotel.

Para Tae-soo, entrar y salir del hotel no era gran cosa, excepto para una persona, Kang Se-hun. Aunque fingió no saberlo, también fue donde tuvo una relación con él. Mientras todos los demás lo ven como Beta, Kang Se-hun continúa viéndolo como Omega. No puede evitar sospechar que eso es lo que le hace sentirse tan extraño.

—Si alguna vez nos volvemos a encontrar, no me busques.

—¿Es así como planeas tu próxima cita?

—¿En serio, qué pasa con tu personalidad?

¿Qué puedo hacer con este hombre que interpreta y concluye las cosas a su antojo? Fue en ese momento cuando Tae-soo deseó no haber dicho nada y haberse ido. Kang Se-hun se levantó de su asiento y se acercó rápidamente a Tae-soo.

Tae-soo frunció el ceño ante la sensación única de intimidación que siempre sentía al estar cerca de él. No era bajo, pero se sentía muy pequeño frente a Kang Se-hun. Sacudiendo ese sentimiento, Tae-soo levantó aún más la barbilla y miró a Kang Se-hun. Sí, no hay nada que temer de un hombre grande.