Kim Yuna había nacido para triunfar, o eso era de lo que había estado convencida hasta que cumplió veintisiete y un test de embarazo barato le indicó que iba a convertirse en una madre soltera. Kim Yuna no era supersticiosa, no creyó en esa maldició...
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Taehyung suspiró de una forma tan sonora que Yoongi, que hasta ese momento se encontraba acariciándole el cabello, se detuvo para mirarlo con atención.
—¿Quién los invitó? —preguntó confundido, en un puchero que Yoongi pellizcó para borrar.
—¡Tae! —Jimin lo retó y él repitió el gesto con su boca, esta vez alzando un hombro —Además de ser tu primo, Jin es nuestro amigo —le dijo mirándolo como si fuese idiota por tener que explicarle aquello —Está teniendo una relación formal después de algún tiempo y queremos alegrarnos por él. Agregando que Namjoon es un buen amigo de Yoongi y queremos que conozca a Hoseok.
—Cierto —el chico debajo de él asintió y volvió a acariciarlo.
—Sé eso —les dijo a los tres chistando y volteando los ojos —Hubiese sido lindo que me lo dijeran cuando me invitaron también.
—Creí que las cosas entre ustedes estaban bien, dijiste que hablaron —la confusión de Hoseok se materializó en su rostro al pronunciarse.
—Lo están —murmuró él entre dientes.
—¿Entonces? —Jimin se cruzó de brazos esperando una respuesta coherente.
Y aunque los muslos de Yoongi estaban siendo una almohada grandiosa mientras se dejaba masajear la cabeza, tuvo que sentarse en el sofá para ordenar sus ideas porque ellos tenían razón. Jimin conoció a Seokjin cuando ellos todavía iban a la misma escuela siendo adolescentes; mientras su abuelo le dio miradas de asco a su mejor amigo al enterarse de que era un becado en la institución, su primo tuvo la deferencia de apoyarlo a trabar amistades con quien él quisiese. Se puso del lado de los dos asegurándoles a todos y haciéndoles entender lo inteligente y prometedor que Jimin era. Cuando su mejor amigo comenzó una relación con Yoongi, en el segundo año de universidad, y Jin los descubrió sin querer, les hizo el favor de guardar el secreto hasta que estuvieron listos.
Namjoon, por su parte, había sido compañero de clases y fugazmente de cuarto de Yoongi hasta que él decidió mudarse más cerca de su trabajo. Antes de sus citas, era un nombre que se repetía todo el tiempo y alguien a quien Taehyung conocía a medias por haber escuchado mucho de él y haberlo visto algunas veces desde lejos. Entonces era normal que esto estuviese pasando, sobraban los motivos. Sin embargo, eso no era suficiente para eliminar de su sistema la incomodidad, porque la misma venía de otro sitio.
—Le pedí a Jungkook que venga conmigo —dijo ante la evidente tensión que comenzaba a invadir a los demás.
—No alcanzo a ver el problema —Yoongi le dijo apoyando una mano sobre su espalda para mostrarle que no lo juzgaba y estaba intentando entenderlo de corazón.
—Lo vio una sola vez, sin prestarle la más mínima atención, y creyó saber lo suficiente de él como para juzgarlo. Para ser sincero, no me gustó eso y no quiero que se vuelva a repetir. No me gustaría exponer a Jungkook a una situación incómoda, él es bueno y tímido, no merece algo como eso —terminó diciendo, clavando sus ojos en sus manos.
