𝐄𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐚 𝐃𝐢 𝐀𝐧𝐠𝐞𝐥𝐨 ✓

XIII. Objetivo Cumplido.

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Capítulo Final
Objetivo Cumplido
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Si había un ser perfecto para Nico Di Angelo, era Charlotte.

Esa hija de Afrodita lo había hechizado en cuerpo y alma a tal punto que la amaba con toda la fuerza existente en su ser, ya no había duda en su corazón, más aún al sentir el dulce y suave tacto de sus labios impactando contra los suyos.

Ella lo había besado.

Nico Di Angelo no obtuvo respuesta hablada pero la acción fue más que suficiente para él que la chica a su manera le acababa de decir que "sí" a su propuesta de noviazgo, pues lo beso sin aguantar un segundo más.

Él estaba feliz.

No recordaba la última vez que se sintió de tal manera, pero ahora tenía una nueva razón para no ver el mundo tan malo o la vida gris como siempre, ahora tenía bastante color y también un nombre "amor", algo que pensó jamás experimentar por ser un hijo del rey del Inframundo.

—Gracias, Charly.—fue lo único que salió de los labios del pelinegro después de separarse del beso.

La hija de Afrodita soltó una pequeña risa a causa de su felicidad, jamás espero el poder conquistar a su "Crush" del campamento mestizo y menos si era el hijo de Hades, pero lo logro y hasta su corazón estaba emocionado de latir por alguien.

⟨⟨El que persevera alcanza⟩⟩

Charlotte escucho como una dulce voz femenina le decía aquellas palabras en su mente, era más que evidente que se trataba de su madre divina dándole ánimo por su éxito amoroso.

—Yo me prometí no enamorarme, pero eran las 3 A.M., nos reíamos de todo y me sentí feliz por primera vez en mucho tiempo.—habló el pelinegro, haciendo referencia a la otra vez que estuvieron juntos.

La rubia recordó como la noche anterior a venir a esta misión se había quedado en la cabaña de Hades escuchando música con él, hasta que ambos terminaron durmiendo; abrazados sin querer separarse el uno del otro, desde allí supo que de verdad lo amaba y no solo porque era su amor platónico.

—Prometo que apenas termine la misión iré a verte, sana y salva—dijo la semidiosa, a la vez que le tomaba de ambas manos.

Nico Di Angelo se inclinó hacia ella y la besó con suavidad. Charlotte jadeó, perpleja, pero cerró los ojos y se dejó llevar, y sintió que algo estallaba en su pecho y que un extraño hormigueo recorría todo su cuerpo. Los labios de la hija de Afrodita acariciaron los suyos, con ternura, y cuando se separó de ella.

 La joven se sentía tan débil que tuvo que apoyarse en el pecho de él para no venirse abajo por la falta de oxigeno. 

《¡Oh, dios mío, este hombre me encanta!》

Eso era lo único que le podía pasar y una otra vez con la cabeza a la rubia, en ese momento lo que deseaba era terminar aquella misión para regresar al campamento mestizo y quedarse al lado de Nico si es posible para siempre. 

Él inconscientemente creo una sonrisa en sus labios.

—¡Woow, que bonito!—una tercera voz los hizo separarse de golpe.

Nico Di Angelo observo a la hija de Hécate que volvía entrando a la escena dañando su momento romántico con su novia, pero no le prestó mucha atención porque se colocó al lado de Charlotte para abrazarla por la cintura y mirar a Agnes con seriedad.

—Lamento romper esta ocasión tan bonita, pero necesitamos seguir con la misión—explicó la hechicera, haciendo una mueca en los labios. 

Él bufó por lo bajo de disgusto, de saber que ya se debe separar del lado de su rubia. 

—Sí, Agnes dame un segundo para despedirme—habló Charlotte, volteando a mirar fijamente al hijo de Hades. 

El pelinegro se quedo un momento perdido en los hermosos ojos verdes de Charlotte, que lo miraba como si no hubiera nada más en el mundo solo ellos dos. él no quería irse de regreso aquel lugar de semidioses pero sabía que si se quedaba provocaría que regañarán a los enviados a esa misión.   

—Prometo hacerte mensajes Iris todas las noches—dijo la rubia con suavidad. 

Nico Di Angelo no mencionó ni una sola palabra, solo se volvió a  inclinar hacia adelante, ahuecando el rostro de la chica entre, sus pulgares como dos paréntesis al lado de la boca de aquella hermosa rubia, a la vez que se acercaba sus labios a los de ella para besarle.

Es un intenso e increíble beso, donde solo existían ambos semidioses. Es el tipo de beso que inspira a las estrellas a subir al cielo e iluminar el mundo. Del tipo que toma una eternidad y ni un segundo en absoluto.

El pelinegro estaba sosteniendo con mucha delicadeza las mejillas de ella, y con sumo cuidado  se alejo solo para mirarle perdidamente a los ojos dispuesto a decirle algo importante pero tenía que recuperar el aliente después de aquel beso. 

—Creo, que mi corazón está a punto de estallar. —habló con voz pausada el chico, para poder continuar. —Y deseo, más que nunca, saber cómo capturar momentos como estos y revivirlos por siempre.—agregó, junto a una pequeña sonrisa. 

Porque esto es sentirse vivo.

—Te amo Di Angelo—la voz de la chica resonó con verdadera felicidad. 

Él sintió como su corazón comenzó a latir como un demente en su pecho. 

—Yo también te amo, Charlotte—respondió el pelinegro de la misma manera. 

Quien iba a decir que lo que una vez se le paso por la cabeza a la hija de Afrodita al tratar de conquistar al chico Dark del campamento se le dio, ahora aquel amor platónico de casi dos años es su novio y más aún al escucharlo decir que la amaba. 

Ella lo logró, estaba feliz con la vida.

—Cuídate mucho, Charly.—habló el chico en un tono de preocupación.—  Te espero en el campamento—añadió, para darle un beso en la frente de forma sobreprotectora.

Nico Di Angelo ha sido conquistado por una hija de la diosa del amor.

Charlotte logro enamorar a Di Angelo. 

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Hola, mis semidiosa.
¡Aquí les traigo el capítulo final!
Tenía tiempo pensando un buen final que me enamorará más de esta hermosa pareja, así que allí lo tienen es simplemente romántico.

Besos 😘😘😘
Recuerden que en mi perfil encontrarán varios fanfics increíble.