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Pov Hobie.

Desde hace años empecé hacer esto, desde la muerte de mis padres sentí algo roto en mí. Aunque era bueno en la escuela dejé de poner atención o incluso asistir a las clases, era una perdida de tiempo cuando ya lo sé todo. Sé el temario completo de la academia y por ende sé todo acerca de las materias que ven de acuerdo a mi grado, justo como Pav pero un poco más relajado. Aunque Miguel me empezó a ver como un vago desde los desastres que ocasionaba dentro de sus instalaciones pero no me importaba en lo más mínimo. Quería concentrarme en mi banda y en salir de esa escuela de mierda pero sus clases eran sumamente aburridas, tal vez no me graduaría pero ya me las arreglaría. Mi abuela no sabe de esto y no quiero que se entere, lo último que quiero es que se preocupe por mí. Estaba bien con rockear con la banda en algunos bares para ganar algo de dinero pero llegaba el dinero de verdad cuando llegaba el baile de fin de año. Desde que hicimos nuestro debut nuestra banda siempre fue invitada para tocar una o algunas canciones, era asombroso sacarle una decente suma de dinero a Miguelito y lo mejor es que no podía negarse por la razón de que somos famosos por todo el campus. Era divertida mi vida pero aún sentía un gran vacío en mi pecho, eso hasta que él llegó a mi vida. En cuanto entré a la oficina del director mexicano visualice a una hermosa melena oscura con un toque brilloso con los ojos más preciosos que había visto en mi vida. No creí que alguien seria capaz de mover algo en mi interior como Pavitr lo está haciendo por lo que es algo confuso ya que no sé a cuencia cierta que significa.

Al terminar las clase salí junto con Stacy para buscar a los dos menores para irnos juntos con muchísimo sigilo por si veíamos a Miguelito buscándonos. Cargaba entre mis manos la mochila con cuidado de no despertar al pequeño ser que estaba dentro de ella. El silencio reinaba entre los dos pero la rubia rompió el hielo primero.

– Aún pienso que estoy soñando, ¿Tú entrando a clases por alguien? ¿Qué pasa con el gran Hobie Brown? ¿Acaso estás enamorado? – me golpeó con su codo con levedad mientras me miraba ansiosa y yo solo veía el pasillo meditando las preguntas, especialmente la última.

¿Yo enamorado de Pavitr? Hasta hace unos minutos me empecé a plantear esto por todo lo que paso en la mañana, ¿Fue un impulso ese beso en la frente? Tan solo recordar lo asustado que estaba por el regaño del viejo cascarrabias me hizo hervir la sangre, se veía como un niño apunto de llorar que no pude evitar hacerlo. Tal vez si siento cosas por el chico hindú pero a la vez me entra la idea en la mente si en realidad es atracción física, especialmente por el sueño que tuve hoy mismo, debo investigar más a fondo esto pero primero debo verlo para saber como se encuentra. Después de aquellos pensamiento una mano delgada de mujer pasó enfrente de mis ojos para moverse de un lado a otro.

– ¿Holaaa? Tierra llamando a Hobie. – era la rubia, por un momento había olvidado su presencia.

– Esa pregunta debería hacerla yo, ¿Qué te pasa con Morales? – cambié la pregunta con una sonrisa pícara hacia la ojiazul.

– Aún estamos en eso ¡Pero no cambies el tema! –

– Woooh espera ¿Se gustan? No pensé que Miles tuviera esos gustos, ya sabes, su papá es policía. –

– Si, ya conocí a sus padres. Me dijeron niña emo pero creo que les agrado. – gracias señor Morales, tengo un nuevo apodo para llamar a mi amiga.

Llegamos al salón de la última clase del recién nombrado y lo vimos apoyado en la puerta mirando por la ventanilla de esta misma, eso hasta que nos vió.

– ¡Llegaron! Pavitr sigue adentro, solo. – cuando dijo eso el puertorriqueño me miró a mí con esperanza de que pueda hacer algo.

– Bien, ustedes váyanse de aquí. Necesitamos estar solos. –

I feel you : ChaipunkWhere stories live. Discover now