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– ¡Agh! Carajo. – con un tono quejoso pronunció aquellas palabras el guitarrista.

Faltaban dos semanas para finalizar el curso de este año y todo el mundo estaba nervioso por dichoso evento. Desde aquel pleito con Miguelito todo se calmó y cuando hablamos de calmar nos referimos a nuestro querido Hobie Brown; ha asistido a todas sus clases y al parecer va lograr pasar el año... Muy apenas. Es todo gracias al pequeño de ojos bonitos del que está perdidamente enamorado, desde aquella salida al cine han alcanzado un nuevo nivel de confianza y las cosas van más que bien, Hobie realmente quiere estar con él y está dispuesto a confesarse en unos días pero quiere hacerlo de la mejor manera, con un toque romántico.

El hecho de que Pavitr desgraciadamente fue elegido nuevamente para ser el organizador de la fiesta tuvo su ventaja y esa es que el joven británico pueda estar en el salón de música a solas practicando.

¿Practicando? Pero siempre toca la guitarra por toda la escuela a la vista de todos. ¿Por qué a solas?

En los últimos dos días ha estado metido en el aula de música, en casa y ahora mismo en un bar. Estaba sentado en una de las sillas de madera mientras tenía sus piernas arriba de la mesa baja que estaba enfrente suyo, dando a resplandecer sus botas por la poca iluminación que había en el local.

Estaba tocando con una guitarra pero no era una electrica como de costumbre.

Es una guitarra acústica.

– ¡POR UNA MIERDA! – gritó frustrado pero a la vez fue una invocación para tres personas más.

– Wowo, ¿Y esa guitarra? No sabía que ahora somos una banda de románticos. – un chico de cabello color negro tomó la palabra con un toque de burla por el comentario, Karl Morningdew.

– No es eso chicos, quiero aprender a tocar la guitarra pero no puedo. – dijo aquello el joven inglés sin despegar la mirada de las cuerdas del instrumento.

– Eso es algo obvio Hobie. Las guitarras acústicas son más complicadas que las eléctricas. – está vez habló Riri Williams, la cuarta miembro de la banda.

– Lo sé y por eso estoy aprendiendo. – dejó dicha guitarra a su lado mientras sostenía su cabeza con sus propias manos. – Es un desastre. –

– Pero ¿Dónde la sacaste? ¿No es la guitarra de la clase música en la escuela? – preguntó ahora Gwen.

Un silencio reinó el espacio de los cuatro chicos.

– Puff claro que no. –

– ¡¿TE LA ROBASTE?! Diablos viejo, ¿Por qué quieres tocar esa guitarra?–

– Solo... – estaba apunto de explicar el su comportamiento pero la rubia lo interrumpió.

– Está enamorado de su tutor. –

– ¡GWEN! –

– OUOUO VIEJOOOOOO, HOBIE ESTÁ ENAMORADO HOBIE ESTÁ ENAMORADOOO – empezó a gritar Karl, gracias a dios el sitio estaba vacío aún.

– Ya ya, dejémoslo en paz. ¿Quieres dedicarle una canción acaso? – mencionó Riri.

– Ay es tan romántico. – Karl puso su brazo en la frente mientras hacía un gesto de damisela enamorada.

– Pero espera un momento, ¿Te ha escuchado mínimo tocar? – está vez preguntó la rubia.

– No, ha estado ocupado por el tema del baile. –

– ¡Invitalo a la tocada de hoy! –

– ¿Ahorita? No no, no creo que sea buena idea. Está trabajando duro por culpa del cabron de Miguel ¿Y quieres qué lo traiga a un bar? Esto no es un sitio precisamente adecuado para él. –

I feel you : ChaipunkWhere stories live. Discover now