☆; 19

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Ese día ocurrieron muchas cosas pero al final todo salió bien. No pudieron celebrar el aniversario de Hobie por todo lo ocurrido pero eso a nadie le importaba, lo que importaba en estos momentos era que Pavitr estaba sano y salvo por todo lo que había pasado.

La tía Maya al enterarse del suceso que involucraba su querido sobrino casi se desmayaba por el accidente que con rapidez abrazo al hindú sin querer soltarlo.

El británico por otro lado se disculpó con la mujer, estaba realmente apenado por no haber estado con él en ese momento.

Maya obviamente lo perdonó aunque no debería ni pedir disculpas, ella después de todo lo entendía perfectamente.

Aunque todo haya salido de maravilla el ingles estaba siendo muy sobreprotector con su pareja, esto no le molestaba a Pav y es por una simple razón.

Hobie se queda a dormir en la casa de los hindú.

– ¿Está cómodo tu brazo? –

– Ni siquiera me duele, tranquilo. – ambos miraban el techo de la habitación del menor, era de noche.

– Esto no era precisamente lo que quería para tus vacaciones chico bonito. –

– No te preocupes, aún podemos hacer varias cosas. – y en parte era cierto, pues el brazo del asiático se encontraba en buen estado.

– Podemos ir a cenar si quieres o ver una película. – retomó nuevamente la palabra el más pequeño. – Tal vez escuchar otra vez a tu banda tocar. –

El británico pensó en esto último, honestamente ahora no se siente del todo seguro llevando a su pareja a un bar pero sería un momento tierno; recordó la primera vez que lo llevó a escucharlos.

– Si eso quieres, podemos hacerlo. – Hobie miró hacia el lado donde estaba su novio para acariciar con suavidad su suave mejilla.

Todo se quedó en silencio.

Pavitr se miraba angustiado, jugaba con sus dedos nervioso. Buscaba la manera de preguntarle a su pareja acerca de algo que él mismo había estado pensado hace mucho tiempo.

– ¿Podría hacerte una pregunta? –

– Claro. –

– ¿Aquel señor era tu tío? – la sonrisa del mayor se esfumó.

Soltó un gran suspiro.

– Lo es, honestamente estoy esperando que se largue de una vez. – en su tono de voz se le molestaba molesto.

– ¿Sabes cuándo se irá? –

– No lo sé, no hemos cruzado palabras él y yo. –

Silencio.

– No debería meterme en tus asuntos pero ¿Has pensado en escuchar lo que tiene que decir? –

– No tenemos nada que hablar y sinceramente no quiero escuchar una mierda de él. –

Pavitr no volvió a tocar el tema.

Unos momentos pasaron y la puerta fue abierta, era la tía Maya.

– Hobie, querido. Te busca alguien afuera. – esto le hizo un nudo en la garganta.

– Es él, seguramente es él. – Hobie se levantó violentamente para ponerse sus botas y caminar a pasos pesados hacia la sala de la casa de su pareja.

Pero unas manos pequeñas en sus hombros lo detuvieron, era Pav.

El hindú no dijo nada, tan solo lo miró con aquellos ojos brillosos donde se podían transmitir cada sentimiento que ambos sentían.

I feel you : ChaipunkTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon