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Tal vez nunca llegamos a saber los que nos pasara en el futuro pero eso es lo que da la chispa el hecho de poder vivir.

Por ejemplo un chico tan aplicado y amable como Pavitr jamás pensaría que terminaría de hacerse amigo de alguien tan rebelde como lo es cierto británico, en especial ser su pareja.

Y tampoco olvidemos de aquella persona anarquista como lo es Hobie, cualquiera que lo viera no creería que estaría de pareja con un pan de dios como lo es un pequeño hindú.

Fueron tiempos donde el grupo de amigos seguía unido, eso hasta que los mayores salieron de la escuela para dar el siguiente paso en sus estudios.

Por supuesto que, Hobie no siguió ese camino y prefirió dedicarse a lo suyo, a su propio ritmo.

Aunque Pavitr seguía estudiando y Hobie en su propio enfoque, no dejaban de verse cada fin de semana para hablar de lo bien o mal que les fue en la semana.

Hoy sábado era un día especial.

– Tengo una reservación. – habló amablemente un punketo.

– Pff... –

– Nunca volveré a venir a tu trabajo a una cita. – contestó ahora un amargado británico.

– ¡Tranquilo! Es solo que me resulta gracioso que hayas decidido venir aquí. – habló Karl vestido de camarero con una tableta en manos. – Por favor sígame señor. – cambió su voz habitual a una más forzada, lo que hizo que el ingles rodeaba los ojos.

Las personas sentadas comiendo empezaron a mirar al más alto, algunas personas con sus expresiones se les notaban curiosidad y a otras desagrado por la vestimenta del recién llegado, lo cual el protagonista de esas miradas y comentarios solo ignoró.

Llevaba un traje similar al del baile de hace años pero con la diferencia es que llevaba una corbata de color roja.

Al voltear a la mesa de al lado pudo notar a una pareja que ya conocía, bastante bien de hecho.

Una de ellos llevaba un vestido rosado con un degradado de color pistache y un pequeño accesorio para el cabello del mismo color con unos guantes pequeños y a su par un chico puertorriqueño con traje.

– ¿Y ustedes qué hacen aquí? –

– ¿Nosotros? Obviamente a comer en el trabajo de nuestro querido amigo. – una clara mentira pero no respondió eso el mayor.

– ¿Cuál es el plan entonces? – preguntó un emocionado Karl mientras miraba a su mejor amigo tomar asiento en su mesa.

– Solo trae lo te pedí y ya. –

– ¿No querrás que lo ponga en..? –

– ¡Por dios claro que no! Eso es asqueroso. – para el británico, esconder un objeto pequeño en la comida o en la bebida era desagradable y un completo cliché.

– No entiendo como le gustas a una persona tan romántica como a Pav. – bufó cansado y se fue caminando hacia su puesto de trabajo.

El lugar era lujoso, con mucha gente en la fila de espera. Fue una fortuna tener a Karl trabajando en ese lugar, así era más fácil conseguir dicha reservación.

No tardó mucho tiempo para que llegara una pequeña persona con un kurta de color azul con un dhoti beige, lucía exactamente como en el baile pero para Hobie era mucho más hermoso.

Cada día que pasa piensa que lo es.

Momentos después apareció el mesero Morningdew junto con el joven Prabhakar.

I feel you : ChaipunkWhere stories live. Discover now